La Policía Local de Motril decomisa 330 kilos de fruta robada

Tomates, cebolletas, mandarinas y melocotones se suman en esta ocación a los frutos tropicales, que son el objetivo habitual de los delincuentes para su posterior venta al público de forma ilegal. Una de estas operaciones se salda con la detención de dos personas. 

La Policía Local de Motril ha decomisado en los últimos días alrededor de 330 kilogramos de fruta, en unos casos en el momento en que estaba siendo robada, procediendo también a la detención de dos individuos relacionados con los hechos, y en otros, cuando la mercancía ya se encontraba dispuesta para su venta al público sin la licencia municipal correspondiente, procediéndose a su retirada y puesta a disposición de los servicios municipales de Consumo. 

Concretamente, el primer episodio se desencadena cuando la Jefatura recibe la llamada de un ciudadano que alerta sobre la presencia en la zona del ferial, de dos personas cargando chirimoyas en un vehículo. Una vez personados en el lugar, los agentes contabilizan 30 kilos de esta fruta repartidos en bolsas de plástico. Al no poder acreditar su propiedad los presuntos delincuentes, tanto ellos como la propia mercancía son trasladados a las dependencias policiales. 

De igual modo, se ha procedido a intervenir de forma cautelar alrededor de 250 kilos de mangos, chirimoyas y aguacates, que se encontraban a la venta en la carretera Nacional 340 sin el permiso correspondiente y con un menor a cargo del puesto, tal y como él mismo alegó que le había dejado su padre “por un rato”. 

Por último, destaca el decomiso de unos 50 kilos de fruta variada que se encontraba abandonada en la plaza de San Agustín, y entre la que se encuentran aguacates –objetivo habitual para el mercado negro- a los que se suman, en esta ocasión, tomates, cebolletas, mandarinas y melocotones, productos no tan frecuentes en estos casos. 

Para concluir, el concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Motril, Manuel Ballesteros, ha felicitado a los agentes de la Policía Local “por el trabajo tan efectivo que están realizando en la lucha contra el robo y contrabando de fruta, una lacra que no sólo afecta a los agricultores, sino también a los intermediarios y, por supuesto, al consumidor final, que carece de garantías sobre la salubridad de la misma”.