Cae una banda de narcos con agentes de las fuerzas de seguridad implicados
SUR.es.- Los equipos de la Guardia Civil contra la Delincuencia Organizada y Antidrogas (Edoas) de Granada y Málaga han desarticulado una banda dedicada a introducir grandes cantidades de hachís en la Península. Entre los quince detenidos hay cuatro miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, entre ellos un guardia civil malagueño. El presunto cabecilla de la organización, Saoud Rezgani, fue arrestado en el transcurso de la operación -que ha durado siete meses- en un céntrico parking de la capital malagueña.
Se trata, supuestamente, de un peligroso delincuente de origen magrebí que escapó de un hospital penitenciario de Suecia en 2003 y tenía una orden de busca y captura internacional. Ayer la prensa sueca abría sus ediciones digitales con la noticia de su arresto. Rezgani estaba en la lista de los delincuentes más buscados en Europa.
Los investigadores han detenido a 15 personas, de las que doce fueron localizadas en la provincia de Málaga, principalmente en Marbella, y tres en Granada. Además, los agentes de la policía judicial de la Guardia Civil se han incautado de más de 1.500 kilos de hachís y de doce vehículos todoterrenos, siete mil euros en metálico y sesenta teléfonos móviles. La mayor parte de este alijo se guardaba en un piso franco del municipio granadino de Vélez de Benaudalla. Con esta operación ha quedado totalmente desarticulado este grupo delictivo.
Escapó tres veces
Uno de los refugios elegidos por Saoud Rezgani para esconderse estaba en el litoral granadino, donde logró escapar de un cerco policial en Vélez de Benaudalla. También lo hizo en Marbella y posteriormente de Nerja, donde sorteó a la Unidad Especial de Intervención de la Benemérita desplazada desde Madrid para detenerlo, aunque finalmente sucumbió a la insistencia de los investigadores en el citado parking de la capital malagueña.
Además de los quince detenidos, hay dos personas más imputadas, familiares del cabecilla y del conductor de la lancha que traía el hachís desde Marruecos hasta los litorales granadino y malagueño. Durante las distintas fases de la investigación, la Guardia Civil ha practicado seis registros domiciliarios en las localidades malagueñas de Torrox, Málaga, Alhaurín El Grande y Marbella, así como en la granadina de Vélez de Benaudalla.
Para la ejecución de los alijos, los detenidos presuntamente disponían tanto de vehículos todoterreno previamente sustraídos como de furgonetas alquiladas para la ocasión. Asimismo, habrían dispuesto de viviendas ’guarderías’ arrendadas a nombre de otras personas, en las que habrían ocultado los fardos de hachís desembarcados hasta que se preparaban para su traslado hacia su destino final.
Una vez seleccionado el lugar para alijar, supuestamente organizaban un dispositivo de seguridad en torno al mismo con la finalidad de poder detectar con suficiente antelación cualquier tipo de presencia policial. Dicho dispositivo se habría extendido hasta la vivienda ’guardería’ de manera que, hasta su entrega, la mercancía estaba asegurada.
En la primera fase de la operación, desarrollada en mayo, se detuvieron a seis de los miembros de esta organización y al presunto encargado de la ’guardería’, entre ellos el excomandante del puesto de la Guardia Civil de Vélez de Benaudalla y un exinspector de policía.
Posteriormente, en el mes de julio se pudo detener al supuesto cabecilla de esta organización, Saoud Rezgani. En esta misma fase también fueron detenidas otras seis personas, entre las que se encontraban el piloto de la embarcación neumática utilizada, el encargado de una nueva ’guardería’ y los responsables de la logística para la obtención de furgonetas de alquiler, sustracción de vehículos todoterreno y alquiler de viviendas, entre otros. Por último, en la última semana del mes de octubre se ha detenido a otras cuatro personas, entre las que se encontraba el socio o ’lugarteniente’ de Saoud Rezgani.
El cometido, presuntamente, de los cuatro miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad detenidos era custodiar los pisos ’guarderías’, donde escondían la droga, así como despejar el camino los días de los desembarcos de hachís y posterior traslado para que ni Policía ni Guardia Civil abortaran estas operaciones.
Conductor malagueño
Resulta curiosa la forma de actuar del conductor de la embarcación que traía el hachís desde Marruecos. Se trataba de un interno del Centro de Inserción Social de Málaga, quien presuntamente aprovechaba sus permisos de fin de semana para efectuar las conducciones por mar de la droga. Una banda perfectamente organizada integrada por españoles, británicos, rusos y magrebíes.
El juzgado de instrucción número 2 de Motril ha ordenado el ingreso en prisión incondicional de nueve de los detenidos y el resto han quedado en libertad con cargos.
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