"Dedicados y exclusivos" por Jesús María Cascón
"Carece de explicación lógica, y jurídica, que los portavoces de los grupos de la oposición, sin responsabilidades de gobierno, resulten en materia de retribuciones equiparados a aquellos que sí las tienen". Esta frase no ha sido pronunciada por nadie, ha sido escrita por una magistrada en un auto en el que anula la condición de dedicación exclusiva de Manuel Megías, concejal de UPyD en el ayuntamiento de Armilla. Esta sentencia desvela muchas claves interesantes, dignas de comentario. La primera, y no por ello la más importante, es que en Armilla, el Partido Socialista no posee ni un sólo concejal con dedicación exclusiva.
Ni uno. Es el principal grupo de la oposición y nadie dedica la totalidad de su jornada laboral a los intereses del municipio. No deja de ser curioso. Y, por supuesto, es chocante que si nueve concejales de un partido no necesitan la exclusividad si lo precise uno solo de otro partido. Ya, ya, sabemos que es portavoz, pero eso es como defenderse a uno mismo en un partido de fútbol, o si Rafa Nadal hace declaraciones en su nombre. Pues claro, no va a hablar en nombre de su prima...
Otro detalle curioso: el PSOE no tiene dedicados ciento por ciento en Armilla, pero en la capital los tiene a todos. Impresionante. Cuando se trata del principal bastión de votos de la provincia estamos para lo que haga falta, pero sin embargo en otros municipios no cuecen tantas habas, al parecer. Importa menos, lo que más interesa es que la mayoría de cargos municipales tengan otras obligaciones diferentes a las de su cargo público porque también son diputados, nacionales o autonómicos, o bien senadores.
Esto pasa, evidentemente, en todos los partidos, no seremos nosotros los que obviemos que el PP tiene a algunos de estos políticos multi-cargo en sus filas, pero en el caso que nos ocupa es especialmente llamativo que la corporación capitalina destine un pastizal a un grupo político que ha cargado con dureza contra todo lo que ha hecho el equipo de gobierno en lo referente a sueldos, cargos de confianza y eliminación de sueldos irrelevantes cuando, en realidad, nadie abre la boca con respecto a la retribución de todos esos concejales que, si miramos la sentencia de la magistrada, parece que no tienen exactamente el mismo grado de responsabilidad que el equipo de gobierno.
Sería más lógico que dos concejales tuviesen dedicación exclusiva y el resto lo hicieran a tiempo parcial, que tampoco pasaría nada. Es decir, Cuenca puede seguir a las duras y a las maduras con su labor de oposición y, a su lado, el edil de su elección, pero el resto aparece poco, sueltan su rueda de prensa de rigor, y nada más.
Este modo de proceder de los partidos en la oposición no es nada nuevo. Quizás el momento de mayor actividad que ha vivido el ayuntamiento de Granada fuera el tiempo del tripartito, con José Moratalla como alcalde.
Recuerdo que, cada día, de lunes a viernes, el desfile de concejales ante la prensa era, como poco, un carrusel insufrible. Se convocaba por cualquier chuminada campestre, pero he de reconocer que todos y cada uno de los ediles de aquella corporación se ganaron con creces su sueldo.
Hoy en día se sigue practicando el sano ejercicio de la discusión verbal, pero a lo más que se llega en cuanto a rendimiento, y eso lo vemos positivo, es en el pateo de calles para comprobar el estado de los barrios. Pero eso no es remunerable, señores, no es óbice para que les pongan una medalla y tampoco para que se refleje en sus sueldos porque, sin duda alguna, es su obligación. Va en el cargo.
En resumidas cuentas: si esta sentencia cala, a más de uno se le va a recortar la paga a base de bien. Y lo peor no es que te quiten lo que incorrectamente hayas cobrado. Lo peor es que lo tienes que devolver. Lo peor para los afectados. Para los ciudadanos es cojonudo, claro.
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