Buena acogida en la presentación de la novela “El olor de la chirimoya” en Almuñécar

La sala de conferencias de la Casa de la Cultura de Almuñécar se llenó de público anoche  en la presentación de la novela “El olor de la chirimoya” escrita por el periodista  Jesús Toral. 

            El acto  estuvo presentado por el director de la Biblioteca de Almuñécar, Javier Sánchez,  mientras que el autor de la obra fue presentado por el docente, Eduardo Uceda, director del Centro Rural del Valle de Río Verde, quien definió la novela “como el retrato de una terrible injusticia que se quiere manifestar”. 

            Por su parte, el periodista, Jesús Toral, comenzó agradeciendo el apoyo de la Concejalía de Cultura, cuya titular, Olga Ruan,  estuvo presente en el acto, así como de las numerosas personas que llenaban la sala interesadas en saber y conocer la obra de Toral,   que, con estilo novelesco,  relata   la injusticia que sufrieron sus abuelos en la primera mitad del siglo XX en la localidad de Otívar, un entorno rural, contada por su  tía en los últimos años de su vida. 

            Jesús Toral,  nacido en la localidad guipuzcoana de  Ordicia  y de padres andaluces, tiene una amplia trayectoria de  reportero de Canal Sur Televisión  y en la actualidad  trabajando para el programa “Tiene arreglo” del citado canal autonómico,  hace su primera incursión en la literatura con esta obra  basada en la historia real de su familia en  la localidad de Otívar, donde nació su madre. 

            María, una mujer anciana, ciega y que vive sola la terrible experiencia de perder a su único hijo, relata a Toral la historia que le ha carcomido por dentro desde que era una niña, una historia silenciada durante años y que hoy ve la luz a través de esta novela. 

            El propio Jesús Toral  manifestó emocionado  que la historia se convierte en un  homenaje a los hombres y mujeres del campo “y a todos nuestros abuelos, que vivieron una época en la que sus voces apenas podían oírse porque nadie se hacía eco de ellas”, dijo. 

            Al final del acto de presentación el autor estuvo firmando su obra a numeroso público que se había hecho con ella en las librerías sexitanas o incluso pudo conseguirla tras la presentación.