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Música de piano: una noche mágica en el Acueducto Romano

Música de piano: una noche mágica en el Acueducto Romano

Alejado de la feria, del jolgorio, en un remanso de paz como es el Parque del Acueducto, la tranquilidad y la paz se convirtieron en concierto gracias al pianista David Gómez. 

            Ante el imponente acueducto romano, testigo del paso del tiempo, al que ha sobrevivido, también fue telón de fondo de una noche mágica. Las notas del piano transportaron a las 200 personas que se dieron cita a otros lugares. 

            Sólo con cerrar los ojos, en la oscuridad que sólo quedaba iluminada por las 200 velas, el reflejo de la luna y algunas estrellas, cada una de las piezas que el pianista interpretó “casi se podían visualizar”, como ya había destacado la concejal de Cultura, Olga Ruano, durante la presentación del concierto, que cuenta con la colaboración del Ayuntamiento a través de esta área. 


            Esta gira, que cuenta con 30 conciertos, está llevando a David Gómez a interpretar en sitios muy especiales, alejados de los teatros y las salas habituales, buscando el encanto de la historia y del patrimonio, como ocurrió el miércoles por la noche en Almuñécar. 

            Gómez presentó su trabajo “The island”, dedicado a las Islas Baleares, donde se crió, compuesto por temas propios, que iba explicando antes de interpretarlos. Así, los espectadores pudieron disfrutar de piezas como “The family”, “Autumn day”, “Mi piano”, “After concert”, “16 years old” o “The lighthouse”, que conforman este disco y que el propio concertista ha señalado que tiene “carácter cinematográfico”.

             El silencio de la noche sólo se rompía por las notas que brotaban del piano y de los aplausos al finalizar cada una de las piezas. Era la primera vez que el Acueducto romano se utilizaba como escenario de una actividad de Cultura, pero el resultado fue más que positivo,  produciéndose una simbiosis perfecta entre patrimonio, historia y arte. 

            En algunas piezas, Gómez interpretaba a la vez el piano y el acordeón, como en “The garden” o en “My father”. Ahí quedó patente el esfuerzo, el buen hacer y el trabajo que hay detrás de estas composiciones. 

            Durante el concierto también hubo lugar para los tangos,  en concreto del autor Astor Piazzolla, como “Verano porteño”, “Milonga del ángel” o “Invierno porteño”, y que formaron parte del trabajo discográfico anterior de David Gómez. 

            Para acabar eligió al compositor español Turina, con la fuerza de sus notas, con la intensidad de su melodía. Y de ahí saltó a “Summer end”, interpretada por una melódica, mientras se alejaba del público, despidiéndose de una noche de verano que muchos recordarán por las sensaciones vividas junto a este gran compositor y concertista y por el escenario único en el tuvo lugar.

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