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La Herradura vivió el 25 aniversario de la Cofradía de la Penitencia y Gloria

La Herradura vivió el 25 aniversario de la Cofradía de la Penitencia y Gloria

Juan Manuel de Haro.- El acto, que contó  con un recorrido procesional de dos pasos, contó con la participación de una decena de representaciones cofrades almuñequeras. 

Emotivo e importante hecho histórico el que vivió La Herradura,  en la noche del pasado sábado,  con la salida extraordinaria que celebró  la Cofradía de Penitencia y Gloría, Santísima Cristo del Sepulcro, Santísima Virgen de los Dolores, Santísimo Cristo Atado a la Columna, Jesús Nazareno, Cristo Resucitado, San José y Santísima Virgen de Carmen, contando con la colaboración de  la  Tenencia de Alcaldía herradureña. 

            Así lo calificaron   tanto el cura párroco de la Iglesia de San José de La Herradura  y consiliario de su única cofradía, Rubén Pino, como su Hermano Mayor,  Antonio Almanza. 


            Y es que a este aniversario, además de numerosos cofrades, vecinos y visitantes de La Herradura, se sumaron una decena de representaciones cofrades sexitanas encabezadas por la Agrupación de Cofradías de Almuñécar, junto con  la Hermandad  Virgen de la Antigua  y  las cofradías: de  Nuestro Padre Jesús Nazareno, Nuestra Señora Virgen de los Dolores, Santísimo Cristo de la Buena Muerte, María Santísima de la Amargura y San Juan Evangelista.  Así como  Santo Entierro, Nuestra Señora de la Esperanza, Santísimo Cristo del Perdón, María Santísima del Consuelo, Nuestra Señora del Carmen, Santas Verónica y María Magdalena. Tampoco faltaron las cofradías  de Santísimo Cristo de la Misericordia, Nuestra Señora de la Piedad y San Sebastián Mártir  y Santísimo Cristo Atado a la Columna (Cristo de los Gitanos). 

            El cortejo procesional estuvo encabezado por las citadas cofradías invitadas. A continuación la representación local municipal, compuesta por los ediles herradureños:  María Ángeles Garciolo  y Juan José Ruiz Joya, así como los responsables de la Junta de  Gobierno de  la propia cofradía herradureña, encabezados por el mencionado Hermano Mayor, Antonio Almanza. 

            En cuanto a los pasos participantes, la procesión la  abría  el  Cristo Crucificado que, que preside el altar de la Iglesia parroquial herradureña de  San José. Una Imagen que era la primera vez que   procesionaba por las calles herradureñas. Fue portado por media docena de horquilleros  a las órdenes del capataz, Ernesto Barbero.  A continuación, una veintena de horquilleros y horquilleras, eran los encargados de llevar  el paso de la Virgen de los Dolores, coordinados por Joaquín Ramírez y  Cristián Barbero. 


            El acompañamiento musical de esta “procesión histórica” la puso la Agrupación Musical Dulce de Granada, compuesta por casi un centenar de músicos. 

            La procesión, que salía pasadas las nueve de la noche desde la iglesia parroquial herradureña, fue tomando forma  en la prolongación de la calle Canalejas hasta  alcanzar la calle Alhambra. Después el cortejo  subió  por la calle Unidad hasta la calle Canalejas y ascendió hasta la calle España, que la comunicó con la calle Real. A continuación la procesión salió por la calle Acera del Pilar hasta llegar el paseo Andrés Segovia.  Posteriormente puso rumbo a la calle Barranquillo para volver de nuevo al templo sexitano. 


            Fue un acto sencillo  que sorprendió a muchos visitantes que no dejaban de preguntarse por el significado o motivo del mismo.  Todo se desarrolló con una gran devoción por parte de los fieles que asistieron. El buen tiempo también favoreció,  hasta el punto de que toda la candelaria que lucía el paso de la Virgen se mantuvo encendida a lo largo de las más de dos horas que estuvo en la calle. Seguro que el aniversario ya ha marcado un antes y un después para los cofrades herradureños. 

            Al volver al templo, al filo de la media noche, un repique de campana recibía a la comitiva. Ya en el atrio de la iglesia parroquial y con todas las representaciones formadas, el cura párroco, Rubén Pino  daba por finalizado el acto con el rezo de sendas oraciones dedicadas al Cristo y la Virgen, además de agradecer la participación de todos.

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