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“Paco y el espetón” por Bernardo Roa Guzmán

“Paco y el espetón” por Bernardo Roa Guzmán

Texto y fotos: Bernardo Roa Guzmán.- Todavía las sombras de la noche eran dueñas de todo a mi alrededor cuando, con mi cámara acuestas, salgo de casa dispuesto a hacer mi paseo diario, un paseo a medias entre deportivo y fotográfico, un paseo unos días por la montaña y otros por la playa, pero ese día fue por la playa, un paseo, os aseguro, que ilusionante y aventurero porque salgo en busca de no se qué y, casi siempre, la pieza mas importante obtenida es la que no esperaba “cazar” con mi objetivo.

Mi caminar hasta Calahonda transcurre junto al camino, bajo la luz aún de las farolas, pero veo entre las tinieblas de la noche, que aún no se ha marchado, las siluetas de pescadores junto a la orilla, y me pregunto …¿se pasan toda la noche ahí, junto al mar para “pescar”, igual que yo, no saben qué o si pescarán  “algo”? y yo mismo me respondo…”debe ser algo apasionante, que engancha”, cuando están ahí un día tras otro, sin cansarse, fieles a su cita, y muchos de ellos toda una noche porque, por lo que veo en los carteles es cuando se permite pescar con caña…de nueve de la noche a ocho de la mañana.


Llego al Farillo de Calahonda y ya comienza a percibirse en el horizonte el despertar del día… primero en un rojo oscuro a modo de neblina y sobre él un azul oscuro… mas tarde el rojo se vuelve intenso y el azul del cielo, por encima, se ilumina, resplandece… hasta que en unos instantes comienza a aparecer tras la línea de horizonte un punto incandescente que se va agrandando hasta convertirse en un semicírculo primero y en un brillante círculo de color rojo después…


Ya camino por la orilla, junto a las olas, disfrutando de su sonido al romper con la arena de la playa y sigo pasando junto a pescadores incansables, algunos con dos y tres cañas, con una “tienda” improvisada con una sombrilla y unas telas o toallas, supongo que para resguardarse en su espera del relente de la noche… junto a ellos un cubo con agua y, en algunos casos, con alguna pieza ya obtenida… Cuando paso junto a algunos de ellos les oigo comentar…”no hay nada, lo tienen todo arrasado”… supongo que se refieren a las pequeñas barcas que pescan cerca de la orilla. Les doy los buenos días, me los devuelven y me preguntan “si yo soy el de las fotos de la tele”, lo que me da pie para entablar una pequeña e intrascendente conversación con ellos acerca de la pesca y de la fotografía… Sigo mi camino y me encuentro otras dos cañas con sus dos pescadores, pero veo en el suelo un pez grande, no sé que pez es.. me llama la atención y les pregunto si le puedo  hacer una foto a su “pieza” a lo que, muy amablemente uno de ellos me dice…”lo ha pescao Paco, ¡Paco, ponte con él y cógelo en tu mano para la foto!”, a lo que Paco accede encantado…pero quiere que la mande a Telemotril. Yo le digo que en Telemotril no se yo que pongan fotos, que la mandaré a una cadena televisiva nacional en la que es posible que la pongan… o no.


Y Paco, muy amablemente me explica que esa extraña especie para mi, es un “espetón”…¡y a mi que me pareció un pez espada en pequeño…!.

Ya tenía dos nuevos amigos entre los pescadores de Calahonda y ya me iba yo contento también con mi trofeo: esa foto de Paco con su “espetón”, un Paco que lucía orgulloso y feliz su trofeo, aunque muy posiblemente él ni se lo comiera porque dicen que suele regalar su pesca… Paco, me enteré después, ha sido pescador en barco… ahora pesca con caña, desde la orilla; ¡pero tiene mucha suerte o sabe mucho!, me comentan… siempre es el que mas pesca…”hace unos días pescó una dorada de mas de dos quilos”, me cuentan…


Sigo mi camino ya de regreso a casa… ya son mas de las ocho y los pescadores poco a poco se van retirando… hasta la noche posiblemente otra vez, porque la pesca, como la fotografía, es una afición que no cansa, que no es monótona, aunque al que la vea desde fuera así le pueda parecer… “lo malo es que la costa está muy castigada, demasiado explotada… “ Pero estos otros pescadores, los de la caña, siempre esperan el milagro de capturar una pieza importante como hoy le ha pasado a Paco con su “espetón”… 


Cuando llegó el medio día pude comprobar que el espetón de Paco lo había podido ver toda España gracias a  “mi trofeo”, mi foto de Paco con su espetón… no le prometí nada, solo enviarla… pero salió…. Aunque no fue en Telemotril como él hubiese querido…¡lo siento Paco!, algún día preguntaré si ellos ponen fotos de pescadores con sus ansiados y trabajados trofeos después de una larga noche bajo el relente.


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