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“No permitamos que ninguna persona mayor se sienta sola durante la Navidad”

“No permitamos que ninguna persona mayor se sienta sola durante la Navidad”

Motril@Digital.- Con el slogan “No permitamos que ninguna persona mayor se sienta sola durante la Navidad”, la vocal de la Asociación de Vecinos de la Fabriquilla y su entorno de Motril , Maria del Carmen Martin Hinojosa, está promoviendo la atención y cuidados de las personas mayores  que más lo necesiten y/o que vivan solas en el barrio. La labor se llevaría a cabo de una manera altruista y solidaria.

Considera que formar parte activa de la Asociación de vecinos ya es de por si un voluntariado. Se intercede por el barrio ante el Ayuntamiento, se proponen actividades lúdicas, culturales y deportivas entre los vecinos, se realizan innumerables reuniones donde se aportan ideas fantásticas e incluso innovadoras, se procuran las mejoras estructurales de calles, jardines, aceras y plazas,…. todo esto se lleva tiempo y esfuerzo. Y se consigue gracias al trabajo voluntario y desinteresado del grupo activo de la Asociación de Vecinos.

María del Carmen es de Granada, con 18 años se fue a Cataluña con su madre, en Barcelona estudio Auxiliar de Enfermería y años más tarde se fue a Suiza donde ha vivido 17 años. Allí estudio una segunda Formación Profesional en la Escuela Superior Medico Técnica de Locarno en enfermería, laboratorio y radiología. Su madre pasaba con ella en Suiza 3 ó 4 meses al año. En el año 2008 observo ciertos cambios en ella que no le parecieron los lógicos de la edad y se confirmó la Enfermedad de Alzheimer. Al no querer su madre abandonar su amada Andalucía decidió dejar Suiza y venirse a Motril donde desde hacía ya 5 años vivía su madre,  lugar que eligió para que así ella disfrutaría de la playa cuando viniera a España sin importarle a su madre que aquí no tuviera ni familia.

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Su madre María Hinojosa García, como ella me relata iluminándosele la mirada, fue una mujer extraordinaria, noble, generosa, cariñosa y valiente que enviudo con 3 hijos pequeños a la edad de 36 años. “ Mi madre incluso en sus últimos meses de vida me hacía reír por cualquier cosa cada día. Su humildad en esas circunstancias, una dependencia del 94%, me maravillaba”.

Cuando le pregunto cómo surgió la idea de este voluntariado completamente altruista y por qué lo hace, su respuesta es clara y directa: “La inspiración me la da mi madre. Cuando me vine a vivir aquí ella era autosuficiente, una señora de la limpieza venia 2 veces por semana a casa, para todo el resto como cocinar, coser , planchar,  lavar, etc,  era independiente. Sin embargo no se alimentaba bien, tomaba mal los medicamentos, se saltaba las numerosas revisiones médicas, no salía apenas de casa, no tenía buena salud ni una buena calidad de vida y estaba deprimida. Se que hay ancianos en las mismas circunstancias y peores pero que todos, incluso la familia, dicen que están bien porque son “autosuficientes”. Ojalá alguien hubiera hecho; lo que pretendo hacer, por mi madre, mientras yo vivía en Suiza y ella estaba aquí asustada por los cambios y síntomas causados por el Alzheimer y de los que no me dijo nada para que yo no me preocupase. Fue para mí un honor y un privilegio poder ser yo quien la cuidara y esto me recargaba de energía. Y ahora de gran satisfacción. Ella siempre me había dicho: “manos que no dais, qué esperáis” y “se con los demás como quisieras que ellos fueran contigo”.

María del Carmen realiza este voluntariado para poner a disposición de quien lo necesite sus conocimientos sanitarios y su experiencia trabajando con personas mayores y como cuidadora de su madre durante estos últimos 4 años. Por ejemplo: aconsejar sobre la alimentación, la medicación, darles compañía, conversación, escucharles, aconsejar sobre la seguridad dentro y fuera de sus casas, crear actividades, darles afecto, motivarles a salir para hacerles caminar, socializar y fortalecer su sistema inmunitario, etc. Asesorar tanto a los cuidadores como a los propios mayores acompañándolos, si fuera necesario, a realizar las gestiones varias.

Se necesitarían más voluntarios pero la buena fe en este caso, como dice María del Carmen, “no es suficiente porque conlleva una gran responsabilidad, por esto es imprescindible además experiencia y cualificación. Pero os puedo asegurar, que la satisfacción por cada pequeño progreso es tan grande, que al caminar no notareis el suelo bajo vuestros pies!!”

Por supuesto siempre en estrecha colaboración y complicidad con la familia y el cuidador principal. No lo considera una interferencia en el trabajo del personal de Ayuda a Domicilio, más bien un complemento ya que por restricción de tiempo o por falta de medios económicos es de la opinión de que hay cierta limitación en los cuidados a nuestros mayores. 

“Llegar a la vejez es toda una odisea. Creo que nuestros mayores se merecen nuestro respeto, afecto y tiempo independientemente de los errores que  pudieran cometer pues siempre hay algo que agradecerles. No todos ellos fueron científicos o arquitectos, pero absolutamente todo de lo que disfrutamos en comodidad y bienestar hoy día es debido al esfuerzo de nuestras generaciones anteriores. Una vida de sueños, tristezas, alegrías y luchas para vernos al final del camino dependientes de los demás y una carga en ocasiones. No me extraña que nos volvamos en la vejez algo gruñones. Sabemos que nuestros mayores pueden llegar a ser exigentes, impacientes y con el don de la inoportunidad, pero también sabemos que viven en su propio mundo. Al no reconocer sus propias limitaciones rechazan nuestra ayuda por lo que son imprevisibles y un peligro para ellos mismos. Sabemos también que no siempre es posible razonar con ellos e incluso que la mayoría de las veces hacen más caso a una persona de fuera que a los de su propio entorno y esta es mi ventaja como voluntaria y vecina. Seamos solidarios con los más débiles e indefensos, nuestros mayores.”

Para llevar a cabo esta obra se necesita la colaboración y participación de todos los vecinos. Por eso si conocéis algún vecino, amigo o familiar llamad al teléfono 636 92 33 43 y no permitamos “Que ninguna persona mayor se sienta sola o desprotegida durante la Navidad!!”

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