El taller de empleo en viverismo de Salobreña ofrece una salida laboral a doce desempleados del municipio

Esta mañana ha tenido lugar la clausura de dicho Taller con el acto de entrega de diplomas presidido por el alcalde de la Villa, Gonzalo Fernández Pulido y la delegada de educación provincial de la Junta, Ana Gámez.

Además de la formación teórica, los alumnos han llevado a cabo, dentro de sus prácticas, importantes acciones de recuperación y embellecimiento de las zonas verdes de la Villa. 

La delegada de educación, Ana Gámez y el alcalde de Salobreña, Gonzalo Fernández Pulido junto al concejal de formación empleo en el Ayuntamiento, Ricardo Ruiz, clausuraban este mediodía el Taller de empleo de viverismo y jardinería que se ha venido desarrollando en la Villa desde febrero del pasado año, con alrededor de 2000 horas lectivas y con una compensación económica mensual para los participantes.

Doce alumnos-trabajadores, cinco mujeres y siete hombres, casi todos mayores de 45 años y procedentes fundamentalmente del sector de la construcción, a los que hoy se le ha hecho entrega del diploma correspondiente que acredita la formación teórica y práctica recibida “lo que mejorará su competitividad y ampliará sus posibilidades de inserción en el mercado laboral, señalaba el alcalde para quién la formación y la creación de empleo sigue siendo máxima prioridad de nuestro equipo de gobierno.”

Durante el desarrollo del curso los alumnos han recibido la formación necesaria para poder obtener a continuación el certificado de profesionalidad, pero también, destacaba el alcalde la labor realizada dentro de sus horas de prácticas, que ha posibilitado la mejora y y embellecimiento de diversas áreas verdes del pueblo como la Avd. Andalucía, Paseo de las Flores, Avenida del Mediterráneo o los accesos al Municipio gracias a las plantas que se han venido cultivando en el vivero Municipal y que han sido trasplantadas a estas zonas.

Una “marea verde” como se ha venido denominando a este grupo de trabajadores, que al mismo tiempo que se formaban, recorrían todos los espacios públicos del Municipio colaborando con el área de parques y jardines. Un aspecto que, al igual que Gonzalo Fernández resaltaba la Delegada, Ana Gámez, ya que los “talleres de empleo devuelven al pueblo lo que han recibido”, indicaban. 

Por último este Taller de empleo ha tenido un carácter novedoso por la puesta en valor tanto del lugar donde se han desarrollado las clases teóricas, el Aula didáctica del punto limpio, como por la renovación del vivero municipal de la Tahiba para el cultivo de las plantas que luego han usado en sus trabajos.

En cuanto a la inserción laboral, los alumnos ya se han organizado para formar una cooperativa y poner en marcha una empresa de jardinería y servicios relacionados (fontanería, albañilería y pintura), para lo que contarán con el servicio de asesoramiento del CADE Salobreña, para la creación de un plan de empresa y el apoyo tanto del Ayuntamiento como de la Junta, según expresaban sus responsables en el acto. 

NUEVO TALLER DE EMPLEO EN TRABAJOS AUXILIARES DE ARQUELOGÍA 

Y nada más finalizar uno, el área de Formación y empleo del Ayuntamiento de Salobreña ya ha solicitado otro Taller a la Junta de Andalucía destinado a 16 personas desempleadas de la Villa en la especialidad de “Trabajos auxiliares de Arqueología” de acuerdo con las necesidades detectadas en la comarca de trabajadores cualificados en un ámbito, el de la recuperación y puesta en valor del patrimonio histórico y arqueológico, cuya oferta es bastante escasa, a pesar de ser una tendencia en auge y con bastante éxito como recurso para el desarrollo socio-económico y cultural endógeno. 

Se trata, indicaba Pulido, de formar personal especializado en materia de tratamiento, recuperación y puesta en valor de edificios y restos arqueológicos. 

En el caso de Salobreña, si finalmente se concede, las actuaciones se centrarían en el Castillo de Salobreña, el Peñón de Salobreña, situado en la Playa del mismo nombre y la ladera del Tajo, con restos de muralla medieval declarada Bien de Interés Cultural.
En definitiva, se pretende que el alumnado aprenda trabajando y trabaje aprendiendo, aplicando en campo los conceptos teóricos desarrollados en las aulas.