Frontex critica la falta de medios contra la inmigración irregular
La agencia europea Frontex -encargada de gestionar la cooperación en las fronteras exteriores de los Estados miembros de la UE- carece de medios y financiación suficiente para combatir la inmigración irregular desde el norte de África, "tiene dificultades para cubrir un área marítima tan extensa" y "tiene nula colaboración con las autoridades de Gibraltar en este aspecto". Estas son algunas de las conclusiones recogidas en un informe publicado recientemente por la Comisión de Libertades Civiles, Justicia e Interior del Parlamento Europeo -y que se puede consultar en inglés en su página web- tras la visita de un grupo de diputados comunitarios el verano pasado a Andalucía.
Encabezados por el socialista portugués Carlos Coelho, los parlamentarios europeos recalaron en Algeciras y Motril (Granada) entre el 15 y el 17 de julio de 2013 en el marco de la Operación Índalo, un dispositivo que desarrolla Frontex y en el que participan distintas agencias internacionales, como la Europol, con el objetivo de controlar los flujos migratorios marítimos irregulares desde el norte de África y para identificar a los responsables de la trata de seres humanos. En 2013, Bélgica, Finlandia, Francia, Italia, Islandia, Luxemburgo, Portugal, Rumania, Eslovaquia y Reino Unido participaron en el dispositivo dotando de medios técnicos a la operación, tales como aviones y buques.
Esta operación, que cubre cinco ciudades del sur de España -Algeciras, Motril, Almería, Cartagena y Málaga-, se lleva desarrollando desde el año 2007 y se concentra en lo meses de mayo a octubre, época en que es mayor la salida de embarcaciones y personas de manera irregular para alcanzar suelo europeo.
Así, y según los datos recogidos en el informe de la Eurocámara, desde el 16 de mayo de 2013 al 7 de julio, se registraron 15 operaciones de inmigración irregular, de las cuales 13 tuvieron lugar en el entorno de Algeciras. Durante esos 15 episodios, 105 inmigrantes irregulares fueron interceptados, principalmente, de Senegal, Malí y Costa de Marfil. Con todo, la mayoría de las operaciones, se subraya en el documento, tuvieron lugar en aguas de Marruecos, en las que se interceptó un total de 516 inmigrantes.
El medio de transporte -que es como lo califica la comisión parlamentaria- que usan estos inmigrantes es el de balsas de juguete (toy boats) diseñadas "normalmente para dos o tres personas", pero en el que viajan "de cinco a diez personas". "Tan pronto como están en el mar", señala el documento, "los migrantes tienden a llamar a los centros de búsqueda y rescate".
Para el director ejecutivo adjunto de Frontex, Gil Arias Fernández, con el que se entrevistó la delegación del Parlamento Europeo el 15 de julio de 2013, los principales problemas con los que se enfrenta esta operación son la "dificultad de cubrir un área operacional tan amplia con medios marítimos", "la imposibilidad de patrullar el Estrecho de Gibraltar [se entiende que se refiere a las aguas que circundan la Roca, no al Estrecho de Gibraltar en sí] porque el territorio está bajo control de Reino Unido" ya que, explica, "no existe cooperación con las autoridades gibraltareñas" además de las "impredecibles condiciones climáticas" que hacen "muy peligrosa" esta travesía, sobre todo porque la visión de estas pequeñas balsas en medio de las olas es "enormemente complicado".
Arias Fernández explicó a los parlamentarios, según el informe, que el número de inmigrantes interceptados cayó en comparación con los de años anteriores, fundamentalmente "por las adversas condiciones climátocas" y "también puede ser explicadas", señala, "por la crisis económica que desalienta a los inmigrantes a venir a Europa".
Arias subrayó además que la enmienda de 2011 al Reglamento Frontex dio la Agencia "una mayor posibilidad de implicar a terceros países en particular a través de asistencia técnica", pero, deja claro el infome "Frontex no dispone de recursos financieros suficientes". Por otro lado, se indica que en la actualidad la agencia no tiene acuerdos de trabajo con estadios africanos a excepción de Nigeria y Cabo Verde.
Además de la lucha contra la inmigración irregular -la principal misión de este dispositivo entre agencias- en la operación Índalo se lucha también contra "el tráfico de drogas, la delincuencia transfronteriza, la contaminación, la pesca ilegal y las amenazas a la seguridad marítima", según recoge el informe que cita al comandante Eduardo Lobo, jefe del Centro de Coordinación de Vigilancia de Costas y Fronteras de la Guardia Civil que también se entrevistó con la delegación de europarlamentarios el pasado verano.
0 comentarios