José María Azuaga presenta en Granada "Tiempo de lucha"

El profesor José María Azuaga presenta este viernes en Granada «Tiempo de Lucha. Represión, resistencia y guerrilla. Granada-Málaga 1939-1952», un trabajo de investigación riguroso y honesto que detalla las circunstancias de la represión del franquismo durante este período, las desapariciones, los huidos y la lucha clandestina contra la dictadura.

Tiempo de Lucha es el resultado de la labor de investigación desarrollada en los últimos 30 años por el profesor Azuaga, en la que ha ido reconstruyendo científicamente y de manera minuciosa el contexto histórico en el que se produce el golpe de estado de 1936 y la represión total que se lleva a cabo de manera sistemática y planificada contra la población civil para alimentar el miedo y la paralización de las voluntades.

Que mi nombre no se borre de la historia

El profesor Azuaga utiliza las palabras que Julia Conesa, una muchacha de 19 años, dirigió a sus familiares antes de ser fusilada en las tapias del cementerio del Este de Madrid en agosto de 1939, junto a otras doce chicas, ‘las trece rosas’, para señalar que este es uno de los objetivos del libro: rescatar la historia silenciada e ignorada, acabar con un silencio vergonzoso que debería pesar como una losa sobre nuestras conciencias y para negarse al olvido. En definitiva, para impedir la segunda muerte de las víctimas y el crimen perfecto de los verdugos.

José María Azuaga señala que Tiempo de lucha es una obra producto de la solidaridad, en la que ha contado con la colaboración y testimonios de más de 300 personas, víctimas y familiares de la represión en Granada y Málaga durante ese tiempo oscuro. Una obra que entiende que la investigación histórica es un servicio social, de utilidad para las víctimas y sus familiares, para los protagonistas de la historia.

La obra se ocupa de la represión, de los desaparecidos, de los huidos, de la lucha clandestina y del terrorismo de Estado que se impuso para alimentar el miedo y paralizar las voluntades de contestación a la dictadura. De este modo, a través de numerosos testimonios personales y de la búsqueda de documentación en los archivos, Azuaga reconstruye numerosos episodios que tuvieron lugar en la comarca, documentando el papel de los verdugos e identificando a las víctimas. Un trabajo necesario para impedir que el tiempo borre la memoria más cercana.