La Guardia Civil desmantela tres grupos que introducían hachís en dobles fondos ocultos en camiones y furgonetas
- Han sido detenidas 15 personas e imputadas otras cuatro, y se han intervenido cuatro toneladas de hachís, dinero, documentación y vehículos
- Trasladaban la droga desde Melilla para almacenarla después en inmuebles de Almería y Murcia
- Se han realizado cuatro registros en las localidades de Mazarrón, Totana y en la Ciudad Autónoma de Melilla
La Guardia Civil, en el marco del ‘Plan operativo contra el tráfico de hachís procedente de Marruecos’, ha desarrollado la denominada operación ‘CASIMIRO’ que ha culminado con una quincena de detenidos y cuatro imputaciones, todos ellos relacionados con tres organizaciones criminales dedicadas al tráfico de drogas que introducían hachís en dobles fondos ocultos en camiones y furgonetas.
En la operación, desarrollada en Murcia, Almería, Motril y Melilla, se han incautado cuatro toneladas de hachís y se han intervenido nueve vehículos (un camión, cinco furgonetas y tres turismos) dinero en efectivo, una treintena teléfonos móviles, un GPS y numerosa documentación y material relacionado con el tráfico de sustancias estupefacientes.
A finales del año 2013, la Guardia Civil inició la operación dirigida a interceptar la introducción de droga desde Marruecos hasta la península a través de la Región de Murcia y con destino a diferentes partes del territorio nacional.
Los investigadores se centraron, desde el inicio, en varias organizaciones criminales que, asentadas tanto en Murcia como en Almería, estaban supuestamente dedicadas al tráfico de droga, la cual almacenaban por periodos indeterminados en naves industriales y domicilios hasta su posterior distribución a nivel nacional y, en ocasiones, a otros países europeos.
Transportistas en dificultades económicas y vehículos con dobles fondos
Las pesquisas practicadas durante la investigación permitieron determinar que estos grupos estaban dirigidos por experimentados traficantes y que actuaban con un patrón definido, organizando sus tareas de manera profesional y hermética. Solamente los transportistas, el escalón más débil y prescindible de la trama, eran captados poco antes de la realización de los transportes y entre personas con notables dificultades económicas.
Para evitar ser detectados trasladaban la droga en vehículos dotados con dobles fondos. Además impregnaban la droga con distintas sustancias, como azufre, para enmascarar el característico olor del hachís y así ahuyentar y causar lesiones al olfato de los canes detectores de drogas.
Almacenamiento de drogas en las denominadas ‘guarderías’
Los grupos criminales desmantelados utilizaban lo que en el argot delincuencial se denomina ‘guardería’. Se trata de almacenes habilitados en naves industriales o domicilios donde se oculta la droga recién llegada de Marruecos, hasta su posterior distribución a otros grupos de distintos puntos del territorio nacional o, en ocasiones, de otros países europeos como Francia o Italia.
Debido a la envergadura del tejido criminal investigado y a su actuación en distintas provincias, los guardias civiles del EDOA (Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga) planificaron tres fases distintas de explotación de la operación, que se han desarrollado en Melilla, Almería, Motril y Murcia.
La primera fase se ha llevado a cabo en Melilla, donde la organización desmantelada empleaba una vivienda como ‘guardería’. Durante el registro practicado se aprehendió gran cantidad de hachís dispuesto para su inminente traslado a la península, material tecnológico empleado habitualmente para el tráfico de drogas y gran cantidad de dinero en efectivo. Además se detuvo a tres personas.
En Almería se desmanteló la organización con mayor infraestructura, compuesta por los cabecillas, asentados en Murcia, y varias personas más con domicilios en Almería. La investigación condujo a la Guardia Civil hasta una nave de un polígono industrial de El Ejido, donde pretendían almacenar gran cantidad de hachís para su posterior traslado a Murcia, y que era transportado oculto en dobles fondos de un camión. En esta fase se detuvo a seis personas y se realizaron tres registros domiciliarios en Totana y Mazarrón.
La última fase de la operación ha concluido con la desarticulación de una red de traficantes compuesta principalmente por vecinos de la comarca almeriense del Poniente y también por cuatro ciudadanos marroquíes, uno de ellos considerado el proveedor de parte de la droga incautada durante el operativo. Anteriormente se había neutralizado la introducción de un cargamento de hachís en Motril (Granada) dirigido por este grupo. Los investigadores, a pesar de esta actuación, continuaban vigilando los movimientos de los supuestos integrantes del grupo, una circunstancia que poco después permitió conocer la planificación de dos envíos más desde Marruecos, con escala en Melilla y en Motril. Esta fase ha concluido con la detención de seis personas, entre los que se encuentran dos de sus máximos responsables, y la incautación de cerca de dos toneladas de hachís.
Los detenidos, las drogas y efectos intervenidos y las diligencias instruidas han sido puestos a disposición de las autoridades judiciales competentes, quienes han decretado el ingreso en prisión provisional de 14 de los arrestados.
La operación ha sido desarrollada por agentes del EDOA de la 5ª Zona de la Guardia Civil (Murcia), que han contado con la colaboración de sus homólogos de Melilla, Almería y Granada. Los Juzgados de Instrucción número 3 y 4 de Melilla han desarrollado la dirección judicial de la operación.
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