"Una familia de Almuñécar consigue un alquiler social con el Banco Popular gracias a Stop Desahucios"

Su historia se remonta cuando la crisis-estafa entró en su vida y se quedó sin ingresos por lo que no pudo hacer frente al pago de la hipoteca. Se incorporó a Stop Desahucios y el 18 de noviembre de 2012 se paralizó su desahucio en Almuñécar. Desde entonces no paró de luchar por su caso y por el resto de compañer@s participando activamente en las distintas actividades-acciones de Stop Desahucios.

Hasta el pasado 8 de julio en que firmó el contrato de alquiler social pasó por muchos altibajos tanto a nivel personal como en las negociaciones con la entidad financiera superados siempre con su valentía, sus ganas de luchar, su mentalidad positiva y el apoyo y solidaridad de stop desahucios.

Hasta el momento de la firma, cuando venía el cartero era un momento de angustia por si traía la carta con la nueva fecha de desahucio.

Mayka está muy agradecida a Stop Desahucios, sigue y seguirá apoyando al resto de compañer@s, participando en acciones, luchando por el derecho a la vivienda, contra la estafa hipotecaria, contra la violación sistemática de los derechos humanos que estamos sufriendo como se demuestra una vez más en la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea del pasado 17 de julio en la que por segunda vez, declara abusiva e ilegal el procedimiento de ejecución hipotecaria por lo que todos los desahucios deben ser suspendidos de manera inmediata. También, la devolución de las viviendas habituales a las familias que las perdieron con una “ley” ilegal dando la posibilidad de juzgar y reabrir nuevamente los casos.

Continuará luchando por las reivindicaciones de stop desahucios: paralización de los desahucios de vivienda habitual, alquiler social, dación en pago retroactiva, declarar el estado de emergencia habitacional y la prohibición del corte de los suministros básicos.

Mayka Ortega, su marido y sus dos hijos por fin empezarán a vivir y a sonreír a la vida. Son un ejemplo de lucha y que tras 20 meses de duras negociaciones por fin lo consiguieron. Ahora, cuando llegue el cartero lo saludará con agrado y hasta como dice la propia Maika “le dará besitos”.