Agrajer alerta en Motril de la adicción que provoca el juego de azar

Como consecuencia de la crisis la edad media de los jugadores compulsivos ha bajado de los 35 a 28 años en el último lustro. Según los datos aportados por la organización, en la provincia de Granada hay más de 11.000 personas afectadas por esta enfermedad. 

La teniente de alcalde de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Motril, Ángeles López Cano, ha visitado la mesa informativa instalada por la Asociación Granadina de Jugadores de Azar en Rehabilitación, Agrajer, en el mercadillo de la rambla de los Álamos con motivo del día sin juego de azar. 

López Cano ha declarado que desde la institución municipal se colabora con esta entidad facilitando el desarrollo de esta jornada así como promocionando sus actividades en la Telemotril y en Onda Sur Motril, así como una campaña de prevención que se desarrolla en la red municipal de Ludotecas. 

Por su parte, un representante de la asociación, Juan Luis Suárez ha hecho un llamamiento al entorno familiar de las mujeres jugadoras que en el “80 % de los casos no cuentan con el apoyo de la familia tan necesario para superar esta enfermedad”. 

Suárez ha  afirmado que como consecuencia de la crisis la edad media de los jugadores compulsivos ha bajado de los 35 a 28 años en el último lustro, así hay personas que ante la carencia de recursos económicos recurre al juego para apostar a ver si tienen suerte y ganan. Según los datos aportados por la organización, en la provincia de Granada hay más de 11.000 personas afectadas por esta enfermedad, teniendo en cuenta el peligro que supone el acceso al juego a través de las nuevas tecnologías. 

Finalmente, López Cano ha asegurado que el objetivo principal de estas iniciativas es difundir los riesgos de este tipo de adicciones de fácil acceso tanto de forma presencial como a través de internet, y sobre todo resaltar labor encomiable que realiza Agrajer en la provincia ofreciendo ayuda y tratamiento con terapias para recuperar a las personas que tienen  esta patología.