Las incineraciones se incrementan en Motril frente a los enterramientos que disminuyen

Motril@Digital.-Todo a punto. Se dan los últimos retoques. El Día de los difuntos es como una puesta de largo que anualmente viene haciendo nuestro cementerio.

Ahí están los que nos precedieron, nuestra gente, un lugar donde posiblemnte esté enterrado algo de nuestro corazón, de nuestra familia. El campo santo de Motril cuenta con 9.430 nichos, 525 columbarios, 53 panteones, 3 tumbas de tierra y aún posee capacidad de enterramientos para 10 años más.

Las defunciones que originó el cólera en el año de 1833 y cuando Motril arrojaba un censo de 15. 000 habitantes, surgió la idea de construir el actual cementerio  en un recinto inicial de 2.100 metros cuadrados. Con el tiempo se ha venido ampliando la superficie ostensiblemnte.

Las incineraciones se incrementa, mientras que  los enterramientos disminuyen en un 15%. Las dos modalidades superan algo más de los 600 euros.

El ayuntamiento de Motril se esfuerza por mantener y embellecer el cementerio no sólo en la víspera de todos los santos sino a lo largo de año, nos comentaba Margarita Yanguas edil encargada de este área municipal. La concejal aseguró que contra todo pronóstico la vida de este cementerio se puede alargar entre los 8 y 10 años más. La urgencia que hasta ahora había por buscar otro lugar, ha disminuido considerablenete debido al número de enterramientos que cada vez son menos.

Y es que el cementerio de Motril alberga el patrimonio humano de más de dos siglos con nombres ilustres que en su día sobresalieron por su quehacer en favor de Motril. Una huella que ratifica los nombres y apellidos que figuran en lápidas ,tumbas y panteones.

El campo santo motrileño es una lugar sagrado, respetado, rebosante de paz y sosiego donde incluso llegó a tener su propia banda sonora en el que se oía a Mozat con su popular requien. Duró poco el "hilo musical" porque los amantes de los ajeno se lo llevaron y ya no se supo más.

Así es nuestro cementerio, un punto y final para muchos y para otros un punto de encuentro que se celebra a diario. La imagen de personas de la tercera edad y jóvenes en las puertas del campo santo motrileño charlando y pasando las tardes o parte de la noche, es un hecho que forma parte de lo cotidiano.