Nace en el acuario de Almuñécar el primer escualo de Pintarroja
El acuario de Almuñécar cuenta desde hace unos días con el primer ejemplar “Pintarroja” que nace en este centro y puede que no sea el único, puesto que en estos momentos se encuentra en cuarentena, y bajo los atentos cuidados de los acuaristas, más huevos fértiles a la espera de su eclosión, según informó la representante de la empresa Dezoos, Kira Salvia, que se encarga del cuidado de la fauna marina.
“En el Acuario de Almuñécar contamos con una población de tres machos y tres hembras de estos pequeños escualos de Pintarroja. “A principios del mes de agosto se produjo la primera puesta. Los huevos fueron localizados enganchados en la posidonia artificial colocada a tal fin. Dichos huevos, fueron trasladados a la zona de cuarentena en el acuario, donde controlamos los parámetros que influyen en su desarrollo como son la iluminación, temperatura y calidad del agua”, explicó Kira Salvia.
Salvia afirmó que en este primer nacimiento tuvo que ser asistido por los biólogos del Acuario, ayudándole a salir de su capsula. “Actualmente el ejemplar mide 8 cm y se alimenta con normalidad, después de los dos días iniciales que se nutre de los restos de vitelo. Cuando tenga el tamaño adecuado se trasladará a un tanque, con vista al público, para el disfrute de todos nuestros visitantes”.
Según los técnicos el acuario de Almuñécar la Pintarroja (Scyliorhinus canicula) es uno de los tiburones más pequeños y delgados que existen. El dorso es de color marrón con manchas oscuras. Tiene la primera aleta dorsal más cerca de la cola que de la cabeza y su tamaño máximo es de 1 m y el peso máximo de 3 kg.
Las hembras forman pequeños grupos a los que se les unen los machos durante la primavera. Su actividad es fundamentalmente nocturna.
Son animales carnívoros que comen moluscos, pequeños crustáceos y poliquetos, así como pequeños peces pelágicos y de fondo.
“Como todos los tiburones tiene fecundación interna y son ovíparos (96-115 huevos por año). La puesta puede realizarse a lo largo de todo el año, aunque es más frecuente entre noviembre y julio. En aguas poco profundas deposita dos huevos cada vez. Los huevos permanecen dentro de cápsulas distintivas, que son conocidas como “monedero de las sirenas”, y normalmente se encuentran en costas marinas y en bahías rocosas. La eclosión varía de 5 a 11 meses, dependiendo de la temperatura del agua”, señalan.
Este tiburón es bentónico (vive en el fondo) y habita desde las zonas más superficiales hasta profundidades de 200 m, e incluso, de 500 m.
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