"Poner a la zorra a guardar las gallinas" por Ángel Ortega Fernández
Poner al frente de la consejería de Turismo a Izquierda Unida, un partido político que no cree en el desarrollo del sector, que de forma persistente estrangula cualquier proyecto con proyección de futuro, bien sean hoteles, puertos deportivos o marinas interiores, y que cercena las peticiones de los empresarios granadinos de ampliar la superficie esquiable en el macizo de Sierra Nevada, no nos podía salir gratis a los granadinos. Especialmente a los habitantes de la Costa Tropical, que estamos llegando tarde al impulso modernizador del sector turístico, como consecuencia de unas infraestructuras de comunicación que durante muchos años nos han dejado aislados. Hemos visto, impotentes, cómo otros territorios andaluces bien comunicados, como la vecina Málaga, implantaban los campos de golf, puertos deportivos y los complejos hoteleros y de ocio que han precisado para su desarrollo turístico, lo que les ha colocado a la cabeza en el ranking español, mientras aquí las diferencias se hacen insalvables.
Si a esto unimos la superposición, en el territorio granadino, de sucesivos planes de ordenación territorial, concebidos como planes de protección medioambiental en vez de planes de desarrollo económico, imprescindibles para impulsar el crecimiento y la generación de empleo en una provincia que está a la cabeza del paro en España y Europa, las consecuencias son sumamente endiabladas y discriminatorias.
En este escenario, las declaraciones del consejero de Turismo, Rafael Rodríguez (IU) en Granada, mintiendo cuando sostiene que no hay inversores dispuestos a apostar por proyectos de puertos deportivos en la Costa, ignorando la firme apuesta de los empresarios para poner en marcha la marina interior de Playa Granada, la propuesta de puerto en la Caleta de Salobreña o el proyecto de La Sandovala en Almuñécar, entre otros, nos parecen un ataque frontal a las expectativas de futuro del litoral y una burla para para el conjunto de los granadinos. Pues esa prohibición la hace extensible a la iniciativa empresarial de ampliar la estación de esquí de Sierra Nevada.
Es mentira que no haya demanda de amarres en el litoral granadino. Basta recordar los datos de años anteriores a la crisis y las conclusiones de los estudios, incluido el propio Plan Director de Puertos de Andalucía 2014-2020, que advierten de la carencia, en nuestra provincia, de instalaciones deportivas portuarias. Recordemos que sólo hay dos puertos de este tipo en Granada, de los 54 andaluces. Tenemos los mismos que Sevilla, que no tiene fachada litoral. Lo mismo que necesitamos nuevos campos de golf. Nuestra provincia cuenta con dos campos, mientras que un solo pueblo de Málaga, en Benahavís, hay nueve. Una discriminación que pretende Izquierda Unida que se mantenga sine die. Lo que le ha llevado a paralizar, de forma absolutamente irresponsable y con consecuencias dramáticas para el empleo, actuaciones fundamentales para la Costa granadina: Han tirado por la borda los proyectos hoteleros más emblemáticos, poniendo zancadillas al resort Bahía Fenicia, el siete estrellas de Almuñécar, cuyos inversores han huido ante la inseguridad jurídica propiciada desde la consejería de Turismo y la Junta, o el cinco estrellas del Cercado de la Santa Cruz, por mencionar dos de los más significativos.
Por todo ello, éste representante andalucista no puede más que pedir, e incluso suplicar, a la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, que cese de forma inmediata a Rafael Rodríguez, pues atenta directamente contra las posibilidades de futuro del turismo en Granada y la Costa Tropical. Considero que es un político funesto para el turismo granadino. Si a su pesar y a pesar de la crisis, estamos teniendo unos datos históricos de turistas y pernoctaciones en Andalucía, no es momento para pararnos o recrearnos en las estadísticas, es el momento de prepararnos para el futuro.
Y el futuro de la Costa Tropical y de la provincia pasa, en gran medida, por el desarrollo del sector turístico. Es por ello que hay que apartar de la consejería de Turismo a personas que sólo ponen piedras y zancadillas a uno de los pilares de la economía provincial. Necesitamos sentar las bases de nuestro futuro para salir reforzados de la crisis. Y debemos concentrar nuestros esfuerzos en crear instalaciones que den puestos de trabajo, no en torpedear y disparar a todo lo que se mueve, como hace IU. No podemos poner a la zorra a guardar las gallinas.
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