El Teatro Calderón de la Barca de Motril tendrá a partir de ahora la categoría de monumento
El Teatro Calderón de la Barca de Motril tendrá a partir de ahora la categoría de monumento tras ser declarado de forma paralela bien de interés cultural por parte del Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía.
El teatro rehabilitado hace unos años es de estilo neoclásico y data de 1880. Está situado en la Plaza de España y su estructura presenta forma trapezoidal, alzado en tres plantas e interior dividido en cuatro zonas: crujía de la fachada principal, zona de espectadores o sala, caja de escena y crujía norte.
Los principales elementos de valor artístico se concentran en la sala, donde destacan las columnillas de fundición de los palcos y el anfiteatro, las pilastras corintias del proscenio y, sobre todo, las pinturas al temple sobre lienzos adheridos a la cubierta.
Estas obras, que siguen el gusto neoclásico, fueron realizadas el mismo año de la apertura del teatro y se atribuyen al pintor granadino Francisco Muros.
La fachada principal sigue los cánones de la arquitectura residencial del siglo XIX, aunque también recuerda a los exteriores de las fábricas azucareras coetáneas, modelos de construcción muy arraigados en Motril.
La construcción del Teatro Calderón se produjo en el contexto del auge económico de Motril de finales del siglo XIX, gracias a la recuperación del cultivo de la caña de azúcar, la implantación de fábricas azucareras y la extensión del cultivo del algodón, lo que atrajo a comerciantes que se afincaron en la ciudad y dieron lugar a la aparición de una alta burguesía que demandaba un espacio cultural digno de su posición.
El Calderón reanudó además una larga tradición teatral en Motril, cuyos orígenes se remontan a la creación de la Real Casa de Comedias en 1634.
La declaración como Bien de Interés Cultural establece una zona de protección en torno al monumento que comprende parcelas, inmuebles y espacios públicos y privados de las plazas de España y Paulino Bellido y de las calles Victoria, San Agustín, Pósito, Señor de Junes y Puerta Granada.
El teatro rehabilitado hace unos años es de estilo neoclásico y data de 1880. Está situado en la Plaza de España y su estructura presenta forma trapezoidal, alzado en tres plantas e interior dividido en cuatro zonas: crujía de la fachada principal, zona de espectadores o sala, caja de escena y crujía norte.
Los principales elementos de valor artístico se concentran en la sala, donde destacan las columnillas de fundición de los palcos y el anfiteatro, las pilastras corintias del proscenio y, sobre todo, las pinturas al temple sobre lienzos adheridos a la cubierta.
Estas obras, que siguen el gusto neoclásico, fueron realizadas el mismo año de la apertura del teatro y se atribuyen al pintor granadino Francisco Muros.
La fachada principal sigue los cánones de la arquitectura residencial del siglo XIX, aunque también recuerda a los exteriores de las fábricas azucareras coetáneas, modelos de construcción muy arraigados en Motril.
La construcción del Teatro Calderón se produjo en el contexto del auge económico de Motril de finales del siglo XIX, gracias a la recuperación del cultivo de la caña de azúcar, la implantación de fábricas azucareras y la extensión del cultivo del algodón, lo que atrajo a comerciantes que se afincaron en la ciudad y dieron lugar a la aparición de una alta burguesía que demandaba un espacio cultural digno de su posición.
El Calderón reanudó además una larga tradición teatral en Motril, cuyos orígenes se remontan a la creación de la Real Casa de Comedias en 1634.
La declaración como Bien de Interés Cultural establece una zona de protección en torno al monumento que comprende parcelas, inmuebles y espacios públicos y privados de las plazas de España y Paulino Bellido y de las calles Victoria, San Agustín, Pósito, Señor de Junes y Puerta Granada.
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