ECLIPSE EN DIRECTO (http://www.abc.es/informacion/eclipse/directo.asp)
Ha habido que esperar 228 años para ver en España un espectáculo como éste. Y, si se lo pierde, tendrá que aguardar otros 23 para que el fenómeno vuelva a repetirse sobre su cabeza. El lunes 3 de octubre, poco antes de las 11 de la mañana, la Luna se interpondrá entre la Tierra y el Sol y provocará un eclipse solar que será visible desde la Península Ibérica, Canarias, Baleares, el resto de Europa y el norte de África. Pero los afortunados que se hallen en una franja de unos cien kilómetros de ancho que cruza en diagonal la Península de noroeste a sureste, siguiendo la ruta Vigo-Ávila-Madrid-Denia, verán, durante unos cuatro minutos, una especie de donut incandescente en lo alto del cielo: un eclipse anular.
Tal y como explica Miquel Serra-Ricart, astrofísico del Instituto Astronómico de Canarias y director de la asociación Shelios, que promociona expediciones para el estudio de estos fenómenos, "como el Sol estará cubierto en casi el 90 por ciento de su extensión, la disminución de la luminosidad será notable, aunque, por el movimiento de la Luna alrededor de la Tierra y la propia rotación de ésta, la fase de "totalidad" no llegará a cuatro minutos".
Los eclipses, solares o lunares, sólo acaecen cuando Tierra, Luna y Sol se alinean. Algo que no ocurre fácilmente, pues las órbitas de las dos primeras están ligeramente inclinadas con respecto al plano de la eclíptica, lo que provoca que nuestro satélite pase casi siempre por encima o debajo del Sol.
Setenta eclipses cada 18 años. La periodicidad de estos fenómenos es cíclica. Se repiten en un intervalo de tiempo denominado Saros, que dura 6.585,3 días: unos 18 años, 11 días y ocho horas. Descubierto por los griegos en la Antigüedad, este periodo ha permitido establecer tablas astronómicas para predecir cuándo sucederán los eclipses. Durante un Saros se suceden, aproximadamente, 70: 29 de Luna y 41 de Sol; de estos últimos, 19 suelen ser totales y 31 parciales-anulares. Así, en un año pueden tener lugar como mínimo dos y como máximo siete; y en un siglo, por ejemplo el pasado, se produjeron 375: 228 de Sol y 147 de Luna. Estos últimos son visibles desde todo el hemisferio nocturno del planeta y duran cerca de una hora, mientras que los solares sólo se observan desde algunas latitudes. Y aunque entre su inicio y su finalización transcurren unas dos horas, la fase de "totalidad", es decir, el periodo de máxima ocultación del Sol, puede durar entre uno y siete minutos y medio.
Tal y como explica Miquel Serra-Ricart, astrofísico del Instituto Astronómico de Canarias y director de la asociación Shelios, que promociona expediciones para el estudio de estos fenómenos, "como el Sol estará cubierto en casi el 90 por ciento de su extensión, la disminución de la luminosidad será notable, aunque, por el movimiento de la Luna alrededor de la Tierra y la propia rotación de ésta, la fase de "totalidad" no llegará a cuatro minutos".
Los eclipses, solares o lunares, sólo acaecen cuando Tierra, Luna y Sol se alinean. Algo que no ocurre fácilmente, pues las órbitas de las dos primeras están ligeramente inclinadas con respecto al plano de la eclíptica, lo que provoca que nuestro satélite pase casi siempre por encima o debajo del Sol.
Setenta eclipses cada 18 años. La periodicidad de estos fenómenos es cíclica. Se repiten en un intervalo de tiempo denominado Saros, que dura 6.585,3 días: unos 18 años, 11 días y ocho horas. Descubierto por los griegos en la Antigüedad, este periodo ha permitido establecer tablas astronómicas para predecir cuándo sucederán los eclipses. Durante un Saros se suceden, aproximadamente, 70: 29 de Luna y 41 de Sol; de estos últimos, 19 suelen ser totales y 31 parciales-anulares. Así, en un año pueden tener lugar como mínimo dos y como máximo siete; y en un siglo, por ejemplo el pasado, se produjeron 375: 228 de Sol y 147 de Luna. Estos últimos son visibles desde todo el hemisferio nocturno del planeta y duran cerca de una hora, mientras que los solares sólo se observan desde algunas latitudes. Y aunque entre su inicio y su finalización transcurren unas dos horas, la fase de "totalidad", es decir, el periodo de máxima ocultación del Sol, puede durar entre uno y siete minutos y medio.
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