Andalucía exige la repatriación de los menores inmigrantes hacinados en sus centros
En los centros de acogida para inmigrantes de la Junta de Andalucía no cabe ni un menor más. Es por esto por lo que la consejera de Bienestar Social, Micaela Navarro, pidió al Gobierno que los 268 menores indocumentados que se encuentran en los centros de protección andaluces, «colapsados» tras las últimas llegadas, sean repatriados. Entre otras cosas porque «tienen toda la documentación en regla para que puedan volver con sus familias».
Navarro explicó que ayer mismo trasladó la petición al ministro del Interior, José Antonio Alonso, y al delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, y detalló que desde el mes de enero han pasado por los centros de protección casi 2.000 menores inmigrantes, de los que 1.500 continúan residiendo en ellos. Los centros están «saturados», denunció la titular de Bienestar Social, y algunos funcionan con «casi el triple» de menores de los que puede acoger.
La extrema situación ha obligado a adecuar instalaciones en el puerto de Almería, donde en la noche de ayer pernoctaron nueve chicos de los que llegaron el fin de semana a las costas andaluzas en pateras, y en el de Motril (Granada).
La consejera recalcó que «los menores están perfectamente atendidos, pero llega un momento en el que la capacidad de los centros impide ampliarlos más», a pesar de que en mayo se adecuaron 11 nuevos centros «de emergencia» que ya están «absolutamente saturados».
Los menores que llegan a nuestras costas tienen los mismos derechos que cualquier menor español y la Administración andaluza gasta 50 euros diarios en acoger a cada uno de ellos. Navarro indicó que desde 2003 no ha habido «ni una sola repatriación» de menores en Andalucía y consideró, por ello, que el «supuesto tráfico» está derivando hacia los menores, porque los adultos sí son devueltos a Marruecos inmediatamente.
Navarro detalló que más del 95 por ciento de los menores que llegan en pateras a Andalucía son marroquíes y, por ello, reclamó la colaboración del Gobierno marroquí para «prevenir y tratar que los menores no salgan», además de la ayuda de la UE para esta «situación de emergencia». «Los menores tienen que volver con sus familias, porque ningún país se puede permitir un éxodo masivo de menores como el que está ocurriendo».
El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, aseguró ayer en el Senado que la repatriación asistida de menores no acompañados a sus países de origen o a aquellos donde se encuentra su familia es una de las prioridades del Gobierno. El ministerio estudiará fórmulas para agilizar los protocolos de repatriación de estos menores, salvaguardando sus derechos de acuerdo a los convenios internacionales. La secretaria de Estado de Inmigración, Consuelo Rumí, destacó la complejidad de la repatriación asistida de menores a Marruecos ya que, aunque se localice a su familia, si ésta rechaza acogerlo, el fiscal tiene que denegar la devolución del niño, que permanece en España.
Rumí señaló que comprende la situación de Andalucía y aseguró que el Gobierno no permitirá que esa nueva estrategia de las mafias con niños se convierta en una vía «encubierta» para quedarse en España, pero tampoco que se vulnere la ley que protege a los menores. Por ello se trabaja en la cofinanciación de centros de acogida de menores en Marruecos, cuyo presupuesto, ubicación y gestión se concretarán en la reunión que el grupo de trabajo hispano-marroquí celebrará en el país vecino a principios de diciembre, añadió. Los menores son una parte de los más de 300 inmigrantes que han llegado este puente a Andalucía, pero Rumí destacó que la mayoría son magrebíes, por lo que en 24 o 72 horas serán repatriados a Marruecos entre el 80 y el 90% de ellos.
Navarro explicó que ayer mismo trasladó la petición al ministro del Interior, José Antonio Alonso, y al delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, y detalló que desde el mes de enero han pasado por los centros de protección casi 2.000 menores inmigrantes, de los que 1.500 continúan residiendo en ellos. Los centros están «saturados», denunció la titular de Bienestar Social, y algunos funcionan con «casi el triple» de menores de los que puede acoger.
La extrema situación ha obligado a adecuar instalaciones en el puerto de Almería, donde en la noche de ayer pernoctaron nueve chicos de los que llegaron el fin de semana a las costas andaluzas en pateras, y en el de Motril (Granada).
La consejera recalcó que «los menores están perfectamente atendidos, pero llega un momento en el que la capacidad de los centros impide ampliarlos más», a pesar de que en mayo se adecuaron 11 nuevos centros «de emergencia» que ya están «absolutamente saturados».
Los menores que llegan a nuestras costas tienen los mismos derechos que cualquier menor español y la Administración andaluza gasta 50 euros diarios en acoger a cada uno de ellos. Navarro indicó que desde 2003 no ha habido «ni una sola repatriación» de menores en Andalucía y consideró, por ello, que el «supuesto tráfico» está derivando hacia los menores, porque los adultos sí son devueltos a Marruecos inmediatamente.
Navarro detalló que más del 95 por ciento de los menores que llegan en pateras a Andalucía son marroquíes y, por ello, reclamó la colaboración del Gobierno marroquí para «prevenir y tratar que los menores no salgan», además de la ayuda de la UE para esta «situación de emergencia». «Los menores tienen que volver con sus familias, porque ningún país se puede permitir un éxodo masivo de menores como el que está ocurriendo».
El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, aseguró ayer en el Senado que la repatriación asistida de menores no acompañados a sus países de origen o a aquellos donde se encuentra su familia es una de las prioridades del Gobierno. El ministerio estudiará fórmulas para agilizar los protocolos de repatriación de estos menores, salvaguardando sus derechos de acuerdo a los convenios internacionales. La secretaria de Estado de Inmigración, Consuelo Rumí, destacó la complejidad de la repatriación asistida de menores a Marruecos ya que, aunque se localice a su familia, si ésta rechaza acogerlo, el fiscal tiene que denegar la devolución del niño, que permanece en España.
Rumí señaló que comprende la situación de Andalucía y aseguró que el Gobierno no permitirá que esa nueva estrategia de las mafias con niños se convierta en una vía «encubierta» para quedarse en España, pero tampoco que se vulnere la ley que protege a los menores. Por ello se trabaja en la cofinanciación de centros de acogida de menores en Marruecos, cuyo presupuesto, ubicación y gestión se concretarán en la reunión que el grupo de trabajo hispano-marroquí celebrará en el país vecino a principios de diciembre, añadió. Los menores son una parte de los más de 300 inmigrantes que han llegado este puente a Andalucía, pero Rumí destacó que la mayoría son magrebíes, por lo que en 24 o 72 horas serán repatriados a Marruecos entre el 80 y el 90% de ellos.
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