OPINION: "Recuperemos el órgano de la Iglesia Mayor de Motril" por Antonio Peralta

El pasado día dos de noviembre tuve la oportunidad de intervenir como miembro de la Schola Gregoriana Hispana en el concierto celebrado en la iglesia del Salvador del Albaicín, dentro de la XI Semana Internacional "Conciertos de Órgano", organizada y patrocinada por Cajagranada. En dicho concierto se alternaban los temas gregorianos puros con variaciones interpretadas al órgano por José Ignacio Palacios.Tras el concierto, pude saludar a directivos de la Obra Social de Cajagranada y a otros organizadores de este Ciclo Internacional en el que están interviniendo intérpretes de primer orden.

Pero mi interés iba más allá. No en vano pude contemplar la belleza plástica del órgano sino su extraordinario sonido y mi imaginación voló a mediados del siglo XVIII (año1764) cuando el organero Salvador Pavón y Valdés finalizaba la construcción de un órgano para la Colegiata del Salvador de Granada, en su nueva ubicación en la iglesia de San Pablo, regentada hasta entonces por los Jesuitas. Dicho organero pudo ser el constructor del magnífico órgano barroco de nuestra Iglesia Mayor, destruido en la pasada guerra civil.

Con las mejores artes dialécticas que pude esgrimir trasladaba la necesidad de reponer el órgano de nuestra hermosa iglesia Mayor, antigua Colegiata como la iglesia del Salvador, donde nos encontrábamos. D. José Moreno Jaldo, de Obra Social, Inmaculada Ferro, organizadora del Ciclo, Reynaldo Fernández Manzano, Director del Centro de Documentación Musical de Andalucía, el Párroco del Salvador, todo el mundo me animaba para instar en Cajagranada y lograr para nuestra Parroquia Mayor un órgano de características similares al de aquella iglesia.

Cuando bajaba el puerto del Suspiro del Moro y la costa se presentaba más próxima llegué a pensar ¿y ahora en Motril a dónde acudo? ¿Encontraré alguna autoridad sensible y dispuesta a solicitar de la presidencia de Cajagranada una acción similar?.

¿Por qué una ciudad como la nuestra no puede disfrutar de un bien cultural tan extraordinario que constituye el referente obligado del nivel musical de una comunidad? ¿Por qué no podemos volver a disfrutar de lo destruido en la guerra civil pudiendo ser repuesto?.

Y esta mañana, mientras redacto estos pensamientos, sigo pensando ¿y por qué no?. Seguro que algún día más de una motrileña vestida de novia podrá entrar en la Parroquia Mayor a los sones vivos y directos de la marcha nupcial de Mendelshon.