Los adjudicatarios encargaron la obra a una empresa que subcontrató a otra compañía
El Ministerio de Fomento adjudicó en julio de 2002 la construcción del tramo de la autovía del Mediterráneo, en el que ayer murieron seis trabajadores, por 157 millones de euros, un 13% menos de lo presupuestado inicialmente. Las empresas ganadoras, la Unión Temporal de Empresas formada por Ploder, Azvi y Obras Subterráneas, subcontraron la construcción del viaducto con la firma gallega Estructuras y Montajes de Prefabricados, que a su vez se lo encargó a la portuguesa Douro Montemuro. Las adjudicatarias aseguran que la estructura que se desplomó había pasado todos los controles de seguridad.
El Gobierno licitó la obra de la autovía del Mediterráneo correspondiente al tramo La Herradura-Taramay, en el término municipal de Almuñécar (Granada) el 6 de diciembre de 2001 con un presupuesto de 181,74 millones de euros. Unos seis meses después, el 9 de julio de 2002, Fomento la adjudicó por 157 millones de euros, lo que supuso una rebaja del 13% sobre el presupuesto inicial, algo "habitual" en este tipo de concursos, según indicaron ayer fuentes del sector.
La empresa ganadora fue la Unión Temporal de Empresas formada a partes iguales por Ploder, Azvi y Obras Subterráneas. Las dos primeras se encuentran entre las más importantes dentro de las empresas de tamaño medio del sector.
Estas firmas subcontrataron a una empresa gallega que, a su vez contrató a otra portuguesa para que construyera el viaducto que ayer se desplomó. Un portavoz de Fomento precisó que es "habitual" que se contraten los trabajos más especializados, "pero los responsables son siempre las empresas adjudicatarias". Concretamente, Estructura y Montajes de Prefabricados, con sede en Santiago de Compostela, especializada en la construcción de viaductos, encargó las obras a la portuguesa Douro Montemuro.
Ploder, Azvi y Obras Subterráneas difundieron ayer un comunicado en el que señalaban que la obra cuenta con un plan de seguridad "debidamente aprobado". Además aseguraron que la estructura de hierros que se desplomó, conocida en el argot técnico como cimbra y que sirve para sujetar el hormigón, "tiene sólo tres años, siendo la vida de este tipo de estructuras de larga duración" y ha pasado todas las inspecciones pertinentes, la última hace apenas un año. Las adjudicatarias pondrán en marcha todos los mecanismos necesarios para aclarar las causas del accidente.
En un comunicado aparte, la empresa Estructuras y Montaje de Prefabricados recalcó que se cumplían todos los controles de seguridad y calidad y que la plataforma utilizada "está considerada un modelo adecuado para este tipo de viaductos". La empresa gallega, que lleva más de 20 años construyendo viaductos, anunció que también iniciarían una investigación. Su secretario general, Tomás Pérez, precisó a la agencia Efe que en el momento del accidente, todavía no habían cimentado el viaducto. Por su parte, el gerente de Douro Montemuro, José Cardoso, señaló que en la obra "todo estaba en orden" y que su empresa actúa "con plena legalidad"
El consejero andaluz de Empleo, Antonio Fernández, es el único que se atrevió a señalar un posible culpable: los materiales. "En principio no parece que el accidente se haya podido producir por las causas típicas de un incumplimiento de las normas de seguridad, sino por causas técnicas, como un posible fallo de resistencia de los materiales", aseguró.
Fernández explicó que la firma portuguesa había sido contratada por su especialización técnica y no "porque hubiera agobio de trabajo". "Hasta lo que sabemos hoy cumplía el plan de prevención de accidentes, el plan de coordinación de seguridad e higiene y todas las medidas preventivas exigidas", explicó a la agencia Efe. El consejero destacó también que la obra es "muy compleja" ya que en ella trabajan simultáneamente varias empresas que afrontan "serias dificultades técnicas", pero recordó que cuenta "con una empresa específica" dedicada a verificar el cumplimiento de todas las normas.
Pero los sindicatos no están de acuerdo. El secretario general de UGT en Andalucía, Manuel Pastrana, consideró que "es imposible que un accidente así ocurra si existen las medidas de seguridad adecuadas". "De nuevo estamos ante una situación de déficit de condiciones de trabajo y medidas de seguridad", añadió. Por su parte, el secretario general de CC OO Andalucía, Francisco Carbonero, criticó la subcontratación de las obras y atribuyó el desplome a la "falta de prevención" de los empresarios y a la "dejación" de funciones de las administraciones.
La ampliación de la Autovía del Mediterráneo es una de las grandes aspiraciones de los granadinos. Unirá por autovía la provincia con Levante y la Costa del Sol. El tramo en el que se produjo el accidente es uno de los más caros, debido a las complicaciones orográficas. Es necesario la construcción de cuatro viaductos y tres túneles.
Comienza en Nerja, desde donde continúa en dirección noreste cruzando la cuerda de Cantalobos mediante un túnel, hasta llegar al valle del Río Seco, donde se sitúa el puente que ayer se desplomó. Estaba previsto que las carreteras de Jete y Otívar, junto al río Verde, se cruzaran en el viaducto. El tramo termina nueve kilómetros después en Taramay (Almuñécar), cruzando las Lomas de Calaceife y del Gato mediante dos túneles y el barranco del camino de La Cuesta, con otro viaducto.
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