Mañana lunes se celebrará el sepelio del arzobispo emérito José Méndez Asensio

El arzobispo emérico de Granada, José Méndez Asensio falleció según fuentes del palacio arzobispal en el  sanatario de la Salud. El funeral por su eterno descanso y sepelio tendrá lugar mañana lunes, día 17 de abril, en la Catedral granadina a las 13:00 horas.

Retirado de toda actividad en los últimos años, Méndez Asensio estuvo al frente de la Archidiósecis granadina durante bastantes años, sustituyéndole el actual cardenal Primado de España, Antonio Cañizares Llovera.

Nacido en la provincia de Almería, ejerció su magisterio por diversos municipios, afincándose definitivamente en Granada, ciudad en la que desarrolló gran parte de su labor pastoral.

El conocido por muchos como Padre Asensio, fue arzobispo de la diócesis granadina entre 1978 y 1996, durante los cuales recibió al Papa Juan Pablo II, en 1982, y llevó a cabo el III Sínodo Diocesano. Desde hace unos días, y debido al agravamiento de su estado, el padre Asensio se encontraba hospitalizado en la clínica granadina, según la fuente.

Nacido el 21 de marzo de 1921 en la localidad almeriense de Vélez Rubio, fue ordenado sacerdote el 13 de abril de 1946, tras lo que fue canónigo en la Catedral almeriense, y Director Espiritual y Rector de su Seminario Mayor. El 22 de julio de 1968, fue nombrado obispo de Tarazona, cargo en el que fue consagrado el 3 de septiembre de 1968, mientras que en de diciembre de 1971 fue nombrado arzobispo de Pamplona-Tudela (Navarra).

El 31 enero de 1978 fue nombrado arzobispo de Granada, siendo el número 43 de los arzobispos de la Iglesia de Granada tras su reinstauración después de la Reconquista, y de la que su primer Obispo fue fray Hernando de Talavera. Durante un período de su ministerio episcopal en Granada tuvo como obispo auxiliar a Fernando Sebastián Aguilar (1998-1993) y durante un año (1988-1989) fue administradora Apostólico de la sede de Almería por enfermedad del obispo Manuel Casares.

El 10 de diciembre de 1996, el Papa aceptó su renuncia, por razones de edad, y pasó a ser arzobispo emérito de la archidiócesis granadina, al frente de la cual le sucedió Antonio Cañizares Llovera. Por su iniciativa se llevó a cabo en Granada el Tercer Sínodo Diocesano, clausurado en 1990 y en el que se trazaron las líneas de renovación de la Diócesis para los nuevos tiempos.