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Medalla de bronce de la Cruz Roja para el voluntario de Motril Arístides García

El Carmen de los Mártires de Granada rebosó anoche de generosidad. La Cruz Roja en Granada ha celebrado su Día Mundial, este año bajo el lema “Voluntarios, la fuerza de la Humanidad”, con la entrega de las medallas de bronce que su Comité Provincial concedió al torero David Fandila “El Fandi”, a Miguel Puga “Magomigue” y al voluntario de la entidad en Motril, Arístides García.

El acto estuvo repleto de palabras de agradecimiento, apoyo, felicitación, reconocimiento y voluntad de ayudar a los que más lo necesitan. La encargada de conducir las intervenciones y entregas de galardones fue la conocida Belinda Washington, quien tampoco quiso pasar por alto tanto su gratitud al presidente provincial de Cruz Roja, Francisco Escribano, como a los condecorados y más de 1.500 voluntarios que integran la institución humanitaria en la provincia.

La antesala de la entrega de medallas corrió a cargo del juez de menores de Granada, Emilio Calatayud que, tras hacer un breve repaso por la historia y el nacimiento de Cruz Roja hace ya más de 130 años, alabó la imparcialidad y neutralidad con la que actúa la institución en todas las partes del mundo, “la dedicación y entrega de los que de manera altruista tienden su mano a cualquier persona sin atender a su sexo, raza, condición social, religión o credo político” y la labor emprendida por los tres galardonados en pro de una sociedad más justa y feliz.

A continuación, Calatayud mostró su satisfacción por la colaboración que mantiene con Cruz Roja en lo que al cumplimiento de sus “penas ejemplares y pedagógicas” se refiere. Así, explicó, “hay 80 chavales que viven en una cárcel, pero también 800 que trabajan, estudian y colaboran con la sociedad, de los que el 80% no reincide tras cumplir una sentencia de este tipo”. El cierre de su intervención lo puso un fragmento de Bertol Brecht: “Se llevaron al os negros; no me importó, porque yo no era negro. Se llevaron a los judíos; no me importó porque yo no lo era. Lo mismo ocurrió con los curas y los comunistas. Ahora me llevan a mí, pero ya es tarde”.

Al término del discurso del juez de menores, Belinda Washington fue dando paso a los galardonados, con una breve semblanza de cada uno de ellos. De Arístides García, un joven de 24 años e integrante de Cruz Roja desde hace dos como voluntario, destacó la hazaña que acredita su disposición a salvar la vida de otros. El mismo se encargó de explicarla ante los allí presentes. “Iba conduciendo hacia casa, observé cómo un humo muy negro salía de una vivienda, busqué la manera de entrar en ella, saqué como pude a un hombre inconsciente y a su mujer, incapacitada para andar; con uno de ellos me tiré desde 7 metros aproximadamente de altura por una ventana, sabiendo que nos salvaría del golpe un coche aparcado justamente en la puerta de la casa. No lo olvidaré nunca y no quiero que se me aplauda por ello, simplemente veo esta medalla como aliento para seguir adelante y ánimo para que todo el que desee poner su granito de arena en ayudar a los demás, lo haga a través de Cruz Roja”, dijo.

Otra medalla de bronce ha ido este año a parar a manos de Miguel Puga, más conocido por todos como Magomigue; un chaval que desde muy niño sintió que la magia era su pasión y que quería vivir de ella. Recuerda las 5000 pesetas que cobró tras descargar un camión de ladrillos para comprarse un libro sobre la que hoy día es su profesión. “Mi misión, y la de todos los artistas que nos dedicamos al mundo de la cultura, del espectáculo, es la de conseguir una sonrisa del público. Creo que la magia produce alegría y asombro y me encanta regalar dosis de ambas sensaciones por donde puedo. Así, seguiré colaborando con Cruz Roja para todo lo que necesite de mí”, aseveró.

El último reconocimiento fue para el también granadino David Fandila “El Fandi”, un torero peculiar, no sólo capaz de ponerse delante de un toro, sino comprometido con la sociedad y los más desfavorecidos. Ya lleva varios años organizando el llamado “Partido de la ilusión”, donde se recogen juguetes, que hacen felices el día de reyes a los más desfavorecidos. Sus palabras transmitieron ese toque de humildad y sencillez que caracterizan a este profesional de los ruedos. “Con la iniciativa por la que hoy se me premia no sólo me siento orgulloso y satisfecho yo, sino todos los que me rodean y, sobre todo, todos esos pequeños que disfrutan como cualquier otro niño de su edad de un juguete el día 6 de enero”.

Representantes de los ayuntamientos de la capital y Baza, la Diputación provincial y las delegaciones de Educación y Bienestar Social, entre otros, lanzaron también sus palabras de agradecimiento a Cruz Roja y felicitación a los tres condecorados. La guinda final la puso Belinda Washington con la frase de Teresa de Calcuta “Hay que dar hasta que duela y luchar por un mundo mejor” y el recibimiento de manos del presidente de la entidad en Granada, Francisco Escribano, de una granada como recuerdo de la ciudad.

El punto y final del acto fue obra del propio Escribano, quien dijo “no caber de felicidad”, agradeció la presencia de todos los asistentes, exaltó el trabajo de los merecedores de la medalla de bronce de este año y animó a unos y a otros, también a los voluntarios e integrantes de Cruz Roja en la provincia, a seguir por la senda de hacer el bien por los demás.

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