Dos años de prisión para un conductor que bajo los efectos del alcohol tuvo un accidente en el que falleció una persona

Un juzgado de Motril ha condenado a dos años de cárcel por un delito de homicidio por imprudencia al conductor de un vehículo que, bajo los efectos del alcohol y sustancias psicotrópicas, tuvo un accidente en el que falleció uno de los ocupantes y otros tres resultaron heridos, además de él.

La sentencia, a la que tuvo acceso la prensa, también condena al acusado, M.A.M.R., a indemnizar con cerca de 170.000 euros a la familia del fallecido y con algo más de 34.000 a los otros tres ocupantes, cantidades de las que deberá hacerse cargo de forma solidaria la compañía de seguros del coche que conducía, propiedad de su hermano.

Los hechos se remontan a las ocho de la mañana del 20 de julio de 2003, cuando tras finalizar la celebración de una boda a la que había asistido el acusado M.A.M.R. junto a unos amigos, pidió prestado el coche a su hermano para trasladar a cuatro de ellos a sus domicilios al no existir servicio de microbús.

Tras haber ingerido alcohol y psicotrópicos, que le habían mermado sus condiciones psicofísicas para conducir, cogió el coche y, acompañado de unos amigos, abandonó el recinto a gran velocidad "dando gritos de euforia y alegría" y, sin reducir la marcha ni mirar a la izquierda por si circulaba algún otro vehículo, maniobró hacia la derecha y se incorporó a una vía asfaltada unos metros.

El acusado se adentró por un camino de tierra sin asfaltar, conocido como "camino de Panata", hasta que minutos después sufrió un accidente que causó la muerte a uno de los ocupantes y heridas de diversa consideración al resto, que tuvieron que ser trasladados al hospital Santa Ana de Motril.

Además de a dos años de cárcel por homicidio imprudente, el juzgado condena al acusado por tres delitos de lesiones imprudentes en concurso con un delito contra la seguridad del tráfico a 20 fines de semana y un año de privación del derecho a conducir vehículos a motor por cada uno de los delitos