InmoNaranja, una pequeña inmobiliaria que abrió sus puertas el pasado 2006 ha revolucionado el concepto de la venta de propiedades inmobiliarias
InmoNaranja, una pequeña inmobiliaria que abrió sus puertas el pasado 2006 ha revolucionado el concepto de la venta de propiedades inmobiliarias. Comenzó convirtiéndose en la primera inmobiliaria que en sus carteles exteriores ofrecía una dirección web personalizada para cada propiedad, siguió con la posibilidad de consultar los inmuebles a través de teléfonos móviles con conexión a internet y pasó a la posibilidad de vender una isla a través de dispositivos móviles que ha sido lo que ha definido la trayectoria de esta joven pero innovadora empresa motrileña.
Según indica su gerente, Gabriel Medina, han pasado de ser una inmobiliaria más de las miles que existen en España para convertirse en un referente internacional en la venta de islas. Al principio tenían que entablar colaboraciones con otras inmobiliarias internacionales para la venta de islas y ahora son los propietarios de las islas los que acuden directamente a InmoNaranja para vender sus propiedades insulares.
El nuevo salto que ha dado InmoNaranja es abrir la posibilidad a algunos multimillonarios para que sean los nuevos inquilinos de Sealand, una plataforma antiaérea de la segunda guerra mundial ubicada frente a las costas del Reino Unido y que desde 1967 fue tomada y declarada como país independiente por el inglés Roy Bates. El próximo 2 de septiembre se cumplirá el 40 aniversario de la autoproclamación como país independiente de esta plataforma de no más de 550 m2. Sealand no está reconocida oficialmente por ningún país si bien a lo largo de su historia han tenido contactos con diversos países en donde indirectamente les reconocían la “soberanía” o autoridad sobre Sealand. La historia de esta plataforma es de lo más variopinta y sin duda la más conocida y duradera del mundo.
Sus inicios después de su uso como plataforma militar fue como radio pirata situada fuera de las aguas jurisdiccionales del Reino Unido. Bates la reclamo como propia y la convirtió en su país. Este singular “micropaís” incluso ha sufrido un golpe de estado y el secuestro del hijo del “príncipe de Sealand”. Ni siquiera le falta un gobierno en el exilio de Sealand que también reclama la “regencia” del mismo y que emite moneda propia para coleccionistas.
Durante el año 2000 saltó a la opinión pública una turbia operación en la que hubo ventas de pasaportes falsos de Sealand y se especuló con la compra de armamento militar a la Unión Soviética por parte de supuestos representantes de Sealand en España, incluso tenían “embajada” en una de las zonas más caras de Madrid.
Paraíso digital.
Este es el último destino de Sealand en donde una empresa vio la oportunidad de utilizar este autoproclamado micropaís para ubicar hospedaje web fuera de todo control y convertir Sealand en el primer paraíso digital del mundo.
Sealand, a pesar de no estar reconocida oficialmente, es un ejemplo que se toma en numerosos estudios legales sobre derecho internacional y legislación informática. Sea como fuera este sueño de muchos y realidad de la familia Bates se encuentra en este momento bajo la posibilidad de “traspaso”, no de venta ya que un “principado” no puede venderse. El pasado verano sufrió un aparatoso incendio que provocó daños en el generador eléctrico pero que no afectó para nada al “paraíso digital” que alberga en su interior.
“Mucha de la gente que nos visitaba, llamaba o enviaba e-mails siempre nos pregunta lo mismo ¿no podemos crear un país si nos compramos una isla?, a lo que evidentemente la respuesta es clara, no, pero conociendo la anécdota de unos grandes almacenes británicos en la que un cliente, quizás en tono irónico, preguntó si tenían elefantes y el dependiente muy seguro de las posibilidades del establecimiento le respondío, ¿lo quiere africano o indio?, del mismo modo InmoNaranja ha buscado lo más parecido a un país, Sealand, y ahora sólo queda que algún jeque árabe o multimillonario sea capaz de pagar una cifra de nueve dígitos de euros por ser el nuevo inquilino de Sealand”, declara Gabriel Medina.
Al parecer durante la Guerra de las Islas Malvinas un grupo de argentinos contactó con los Bates para comprar Sealand y crear presión desde este lugar, aunque Bates indicó que nunca haría nada en contra del Reino Unido. Sealand, a pesar de su escasa extensión, 550 m2, dispone de su atleta oficial, su equipo nacional de fútbol y equipo de minigolf.
InmoNaranja ha indicado que el traspaso de Sealand está condicionado a la previa aprobación de los estamentos oficiales del principado de Sealand, sin cuya autorización no se produciría el traspaso.
Sealand basa parte de su economía actual en la emisión de su moneda “dólares de Sealand”, sellos, títulos nobiliarios y sobre todo el “paraíso digital” gestionado por una empresa de hospedaje informático. Todos estos asuntos serían tratados, en caso de transferencia, por los posibles interesados en formar parte de la historia de la micronación más antigua y famosa del mundo.
Son numerosos los países que consiguieron su independencia con posterioridad a la autoproclamación de Sealand que se hizo el 2 de septiembre de 1967. La isla de Granada es independiente desde el 7 de febrero de 1974, Dominica desde el 3 de noviembre de 1978, Mauricio desde el 12 de marzo de 1968, Antigua y Barbuda desde el 1 de noviembre de 1981, Bahamas desde el 10 de julio de 1973, San Cristóbal y Nevis desde el 19 de septiembre de 1983, San Vicente y las Granadinas desde el 27 de octubre de 1979 o Santa Lucía desde el 22 de febrero de 1979.
“Ahora quién venga y nos pregunte si pueden crear su propio país le podremos ofrecer la posibilidad más cercana al concepto de país con Sealand, InmoNaranja no iba a ser menos que los grandes almacenes británicos..., aunque tendrán que tener una cuenta corriente con muchos ceros” ironiza Gabriel Medina. La historia de Sealand es tan amplia, diversa y singular que Warner Bros tiene prevista una película de este micropaís para 2008.
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