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OPINION: "José Carlos López Pérez abandona la política" por Vicente Fernández Guerrero

OPINION: "José Carlos López Pérez abandona la política" por Vicente Fernández Guerrero

EL FARO DIGITAL: Vicente Fernández Guerrero.-Si se va y deja la política, son 25 años de entrega a Motril, su pasión. Nunca quiso sillón allende Gorgoracha, es un enamorado de Motril, amante fiel que renunció a otras carreras políticas aún teniendo todo y no lo cambió por su Motril. Para el rancio Motril una decisión así será motivo de alegría. Todos formamos parte de nuestra patria chica y no se trata de excluir; pero sí de trazar líneas y separar el valor de la cobardía, la eficacia de la incompetencia, la coherencia de la hipocresía, la nobleza de la mezquindad, la destreza de la torpeza, la honradez de la tentación, la dignidad de la vileza, la lealtad de la traición, la verdad de la mentira.

Esa separación, esa línea, la he visto durante esos 25 años en José Carlos López Pérez. En tanto recorrido el valor, la eficacia, la honradez, la dignidad, la lealtad y esas virtudes que llevan a la verdad han sido su carta de presentación selladas en su conducta. Ello le ha llevado, en no pocos casos, a ser denostado por la envidia de mediocres y temido por adversarios que han destacado más su faceta negativa cuando saca a pasear la ira y soberbia.

Algunos perspicaces ya han hecho su lectura: ha puesto de rodillas tres veces al Partido Popular. No se sometió a la dictadura de partido y lo retó con el histórico documento «48 horas», fundó la ADMI y le restó tres concejales, por lo que no pudo gobernar y, finalmente, cuando llegó a la alcaldía les duró quince meses para dejarlos en la oposición. A pesar de ello, uno que ha estado muy cerca en esos tres momentos determinantes para la política motrileña, está en condiciones de poder defender que su voluntad nunca ha sido esa; otra cosa es que sólo tengas una salida.

En cualquier caso, ofrecer 25 años de la vida de una persona, cuando aún no se han cumplido los 47, son muchos años de servicio a la sociedad motrileña que los nobles y limpios de espíritu no le pueden negar, menos aún los 30 meses de gestión en su responsabilidad como concejal de las áreas de Turismo, Comercio y Seguridad Ciudadana. En sólo dos años y medio de gobierno su gestión está ahí para el que no quiera ponerse una venda, y si se la ponen, las estadísticas y datos objetivos traspasarán las malas voluntades. Bastará con contar los nuevos policías locales, bomberos, contabilizar material y vehículos para el mejor servicio público y consultar hemerotecas sobre atención en Motril al Comercio y Turismo desde el Ayuntamiento.

Si se va, Motril pierde un luchador y gestor público, tanto si está en la oposición como en el gobierno, que lo necesita; pero él no. Así quedará su impronta personal, se irá de la política con los bolsillos igual que cuando entró con 22 años, nadie habrá podido «darle una patada en el trasero» -como han hecho con otros-, ni exprimirlo para intereses inconfesables y con la satisfacción de haber sido libre en un mundo donde la dignidad vale poco cuando todo vale para continuar en él. Casi nada.

Si se va, con su decisión personal, la Agrupación Democrática Motrileña Independiente creemos que no concurrirá a las próximas elecciones municipales, pero continuará como partido político y ese colectivo motrileño debería ser «conciencia social motrileña» y algo de levadura en el devenir de nuestro futuro como pueblo, una de las razones primeras por la que se fundó.

José Carlos hará así un paréntesis en su vida, donde ha conjugado y dedicado muchas horas diarias entre su profesión como abogado y trabajo como político, para dedicar más tiempo a su familia y a su bufete. ...Y, como es joven, quién sabe si volverá en otra ocasión, porque los que le conocemos sabemos que le va la «marcha» y el corazón se le va a quedar «partío». El tiempo dará o quitará razones, por el momento, después de lo vivido, creemos que es una decisión oportuna y, como este motrileño es joven para caer en el olvido, volverá.

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