Oipinión:" La suerte está echada" por Juan Mateo López

La suerte está echada. La campaña electoral en Motril ha sido larga, en ocasiones tensa y en líneas generales salvo excepciones, de guante blanco.

Todas las quinielas coinciden que no habrá mayoría absoluta, que la gobernabilidad la concederán los partidos minoritarios( IU, PA, GRITO, Convergencia Andaluza, PSA y Los Verdes) y que la igualdad establecida en las pasadas municipales entre PSOE y PP se desestabilizará al alza.

La clave estará en el índice de participación. La gente tiene ganas de votar. Hay ambiente. Otra cosa es que después se coja los bártulos y se marche a la playa, claro si lo permite el tiempo. Para este día a priori se presenta despejado.

Veinticinco concejales conformarán la próxima corporación. Todos los cabezas de lista repiten salvo Los Verdes y Convergencia Andaluza.

La salida de la escena pública de la ADMI hace que sus votos en teoría se dirijan al centro derecha o bien hacia la izquierda como lo hará su presidente José Carlos López Pérez, según se deduce de unas declaraciones formuladas a Ideal.

El cisma del Grito-PDD con la salida de Villoslada del mismo hará que el voto de Torrenueva no se concentre en esta formación política como ocurrió en los anteriores comicios y se diversifique hacia los partidos mayoritarios. Su existencia puede peligrar en la institución municipal.

La llave para darle la alcaldía al PSOE la tiene IU, GRITO-PDDC y PA. La otra llave, la que llevaría al PP al sillón presidencial se la otorga sólo el PA. Los andalucistas quieren gobernar, con quién sea, pero quieren volver a la casa consistorial. Se ha convertido en el partido bisagra por excelencia con clara vocación de ambivalencia.

Si tuviera que esgrimir alguna crítica hacia alguien, no lo haría hacia los que tienen el valor y, por ende les enaltece, de apuntarse al carro de la política o de formar parte de una candidatura para defender los intereses de todos los ciudadanos, no. La ejercería hacia aquellas personas que utilizando como pretexto las siglas de un partido  tienen la osadía de cavar trincheras, promover cuitas, batallas, intrigas, comidillas, enfrentamientos y malos rollos. Esos que eclosionan como salvapatrias, fundamentalistas sinrazón o verdugos con sed de venganza. Son pocos pero los hay. Y todos se conocen. Afortunadamente no llegan muy lejos. La sensatez de los partidos políticos se imponen tarde o temprano para apartarlos del camino de lo público. Pero en ocasiones y hasta que eso llega que "plomazos" son.

Mientras el PP espera resarcirse con el mayor número de votos, el PSOE espera multiplicar los suyos con el aval de lo que se ha hecho, se está haciendo y se espera hacer.

El PP está unido. El PSOE en esta ocasión, también. Ambos candidatos, Carlos y Pedro o Pedro y Carlos, son personas de principios. Cualquier quiniela, cualquier hipótesis, pueden ser buenas. La lógica en los últimos tiempos no funciona de forma matemática. El día 27 de mayo por la noche sabremos quién tirará de Motril en los próximos cuatro años. Vivamos las elecciones como si fuera una fiesta y vayamos a votar al que más nos guste, porque para eso estamos en democracia.