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El bebé encontrado en Granada es hija de una ecuatoriana que dio a luz en el Hospital de Motril

IDEAL.- Mercedes Navarrete.-Las investigaciones policiales y la colaboración del sector sanitario han comenzado a arrojar luz sobre el caso del bebé abandonado en la avenida de la Constitución de Granada el pasado domingo. La niña, de diez días de vida, fue encontrada por un joven granadino que pasaba por allí en bicicleta, justo frente al antiguo edificio de sindicatos. Sobre el caso penden numerosos interrogantes, pero cada vez menos: ya se sabe quién es la madre.

La colaboración entre las fuerzas policiales -la autonómica y la nacional- y los dispositivos provinciales de salud han permitido avanzar notablemente en el caso. Por ahora, ya ha sido identificada la madre que abandonó al bebé: se trata de una mujer ecuatoriana de 24 años de edad. Al cierre de esta edición, la mujer se encontraba en paradero desconocido. Según pudo saber este periódico, la pista que ha permitido conducir a la identificación de la madre ha sido relativamente sencilla para los investigadores. Cuando la pequeña apareció en la avenida de la Constitución, se podía percibir que portaba una férula en una de sus piernas. Pues bien, dicho aparato ortopédico ha sido el que ha permitido tirar del hilo.

La Policía Autonómica y la Policía Nacional han colaborado en el caso intercambiándose datos. Tenían claro lo que buscaban: al médico que colocó la férula. Dado que el bebé tenía unos diez días de vida, la pista era todavía fresca. Así, ayer pudo determinarse que la férula se le colocó a la menor en el hospital Santa Ana de Motril. Según las informaciones recabadas, la madre llegó al hospital desde Carchuna, donde la recogió la ambulancia cuando se encontraba a punto de dar a luz. De hecho se trata de un parto extrahospitalario, en la propia ambulancia, y cuando la pequeña ingresó en el hospital Santa Ana tenía ya 15 minutos de vida.

Urgencias

Los hechos ocurrieron el pasado día 10 de este mismo mes. Según relataron fuentes sanitarias, la mujer fue inmediatamente atendida tras el parto a través del servicio de urgencias del hospital, mientras que a la pequeña se le hicieron todas las pruebas que corresponden a los neonatos -hipotiroidismo, hepatitis B, tratamiento contra infecciones...- y además en el hospital se comenzó el tratamiento traumatológico.

Y es que la férula le fue colocada a la niña muy poco después de nacer, ya que los médicos comprobaron que la pequeña presentaba pie zambo y también «cadera de riesgo», razones por las cuales optaron por recurrir al doble pañal y al aparato ortopédico para el pie. Fue la propia madre quien solicitó, a los dos días del alumbramiento, el alta hospitalaria, que le fue concedida con normalidad por el centro. Nadie en el hospital podía sospechar en aquel momento el desenlace que pocos días después iba a tener el caso.

La pista que han podido seguir los investigadores revela que tras recibir el alta del hospital Santa de Motril, la madre se desplazó a Madrid, donde permaneció un número indeterminado de días. El rastro de la madre se pierde finalmente en Granada, adonde llegó desde Madrid y donde el pasado domingo abandonó a su hija en plena calle. Aunque la madre ha sido identificada, al cierre de esta edición no había sido localizada ni detenida por las fuerzas policiales.

A falta de obtener su testimonio, todos los indicios apuntan a que la madre, una inmigrante que puede vivir en condiciones de precariedad y que tenía caducada la tarjeta sanitaria, ha podido abandonar a su hija al no ser capaz de costear su crianza y educación. Si es así, podía haberla dejado en el mismo hospital donde nació o bien haberla entregado a las instituciones encargadas de este tipo de casos, pero no lo hizo.

A pesar de la gravedad de los hechos, fuentes de la investigación apuntaron la posibilidad de que el castigo penal que pueda sufrir la madre, si fuese detenida y juzgada, no sería extremadamente severo. Al parecer, puede ser una atenuante clave el hecho de que la madre dejara a su hija en una calle céntrica de una capital y de día. Es decir: no puso la vida de la menor en peligro.

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