Contrajeron matrimonio en La Rábita ante la negativa del Arzobispado a dotar a la iglesia de Albuñol de un párroco

María José y Eduardo, quienes hasta hace unos días tenían previsto casarse en Albuñol (Granada), contrajeron matrimonio hoy en la pedanía de La Rábita, después de que el Arzobispado de Granada no haya enviado aún un sacerdote a su pueblo, cuyos vecinos se opusieron al traslado del párroco.

Los contrayentes, que eludieron hacer declaraciones a Efe aduciendo que estaban "desbordados" por el seguimiento mediático que iba a tener su boda, tuvieron que trasladarse a otra parroquia después de que se declarara en Albuñol la "suspensión temporal de culto".

De hecho, en este pueblo, donde según los vecinos no se oficia misa desde el pasado sábado, resulta actualmente imposible casarse por la iglesia, bautizarse, comulgar o recibir la extremaunción.

Los vecinos, como señaló hoy a Efe Ana Manzano, participante en las protestas, se sienten engañados puesto que se les ha privado de los sacramentos religiosos pese a que, como les pidió el Arzobispado, se suspendió la huelga de hambre que seguían y la concentración en la parroquia.

Los vecinos que plantaron cara a la cúpula eclesiástica granadina por el "traslado forzoso" de su párroco Gabriel Castillo, que según el arzobispo es "irrevocable", se sienten "asustados" porque temen que se les responsabilice de la ausencia del párroco en el pueblo.