Finaliza la Campaña de Inspección sobre el Etiquetado del Juguete en Motril

Una vez finalizada la Campaña de Inspección sobre el Etiquetado del juguete, Antonio Escámez, teniente de alcalde de Medio Ambiente, Salud y Consumo y Deportes, ha informado sobre sus resultados, incidiendo especialmente en que los establecimientos de nuestra ciudad han mejorado con respecto a inspecciones de años anteriores, “lo que demuestra que la concienciación de sus responsables es cada vez mayor y las campañas que se hacen tienen su correspondencia”.

El responsable del Área de Salud y Consumo ha recordado que esta campaña se realizó durante el pasado mes de diciembre, en pro de velar por el cumplimiento de la ley de Defensa y Protección de los Consumidores y Usuarios de Andalucía. El sentido de dicha ley es el derecho básico de los consumidores y usuarios a la información correcta sobre los diferentes productos puestos a disposición en el mercado, a fin de facilitar el necesario conocimiento sobre su adecuado uso, consumo y disfrute.

Por ello, y en vísperas de la Navidad, desde esta concejalía se ha puesto un especial empeño en los juguetes, que son el producto estrella de estas fechas, y al que se le va a prestar una mayor atención por su gran consumo.

La campaña ha consistido en comprobar y garantizar el cumplimiento de las condiciones legales fijadas en la norma por parte de los empresarios del sector, y se ha realizado en 18 establecimientos, donde se informaba y explicaba la normativa reguladora del etiquetado e información a los consumidores sobre estos productos. La Inspectora de Consumo, Amalia Roa, incidió en la obligatoriedad de que todos los juguetes dispuestos a la venta debían de disponer de etiquetado que contenga información perceptiva sobre el marcado CE; nombre y razón social y marca, dirección del fabricante, representante autorizado o importador del producto dentro de la Comunidad, de forma visible, legible e indeleble; precauciones de empleo para determinados juguetes y la advertencia de que cuando estas indicaciones no vayan sobre el juguete sino sobre el envase, se recomendará al consumidor la utilidad de conservarlas.

Según los datos aportados por la Inspectora, la mayoría de los establecimientos tenían ya información al respecto, por las campañas realizadas por la Junta de Andalucía, pero aún así se pudieron comprobar algunas irregularidades en un tercio de los establecimientos, en cuestiones como la advertencia de limitación de edad en idioma distinto al español y sin símbolo gráfico de esta limitación; el marcado CE no era correcto en cuanto a formato y dimensiones; el marcado de PVP sobre advertencias expresas ocultado las mismas; las indicaciones del etiquetado no eran fácilmente visibles; peluches con etiquetas arrancadas; juguetes desprovistos de etiquetado o juguetes deteriorados, sucios y mezclados.

Aún así, las hubo soluciones aportadas por la mayor parte de los responsables de dichos establecimientos, como retirar el producto de la venta por la poca entidad que significaba; devolver a su proveedor el artículo retirándolo previamente de la venta; colocar copia de una etiqueta de otro juguete idéntico; ampliar el tamaño de la etiqueta para hacerla más legible; colocar la indicación del precio en otro lugar para no ocultar datos; limpiar, seleccionar, ordenar y retirar los juguetes rotos y sucios.