La ex-juez de Motril, culpa a los funcionarios de olvidar a un preso en la cárcel
Adelina Entrena negó la responsabilidad en la encarcelación durante más de un año de José Campoy. Echó la culpa del "error" a los funcionarios y dijo que pudo ser "intencionado".
"No hubo ningún error por mi parte". Así de tajante se mostró Adelina Entrena, ex magistrada a la que juzgan desde ayer por no decretar la libertad de José Campoy, que permaneció quince meses en prisión por un delito del que fue absuelto. La acusada, titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Motril hasta ser expulsada de la carrera judicial, negó cualquier responsabilidad en el caso e hizo recaer la culpa en los funcionarios del juzgado. "Ninguno me advirtió de que estaba preso y he llegado a pensar que fue intencionado", aseveró Entrena.
El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) escuchó durante más de media hora el testimonio de la ex magistrada, que recriminó a la secretaria judicial, al fiscal y al antiguo letrado de la defensa que durante el juicio a Campoy "no me avisaron" de su condición de preso preventivo.
La ex juez pasó tres meses de baja laboral y luego retomó sus obligaciones. Tras incorporarse al trabajo el 23 de diciembre de 2005 celebró un juicio por robo contra José Campoy. "Era una persona de la casa, un delincuente habitual", dijo ayer la acusada. Semanas antes el juez sustituto dictó un auto para encarcelar a Campoy y asegurar su asistencia a un juicio suspendido en varias ocasiones por su incomparecencia.
Entrena, al verlo esposado el día de la vista pensó que "sería por otro delito" y no por la causa que ella iba a juzgar en esa sesión. Días después dictó una sentencia absolutoria por el caso.
El error en el encarcelamiento del ahora demandante se produjo, según la acusada, porque su nombre no aparecía en el libro de presos preventivos del juzgado. Además, el expediente del caso estaba desposeído de "una cartulina roja" que se coloca en la carátula de estos escritos para indicar que un reo permanece en la cárcel por esa causa concreta.
La "libretilla" de Entrena. Parte de la vista oral de ayer estuvo centrada en una "libretilla" donde la procesada supuestamente apuntaba los presos preventivos con causas abiertas en su juzgado. "Desapareció del mi despacho junto a otros documentos", aseveró ayer. Entrena usaba esta "libretilla" por "exceso de celo" en su trabajo y porque "no soy ducha en el manejo del ordenador". Esto explicaría porqué obvió el programa judicial ´Adriano´ para comprobar la situación del procesado. Sí reconoció, sin embargo, que firmó la sentencia absolutoria de Campoy. En el auto el hombre aparecía como ´en libertad´.
"No he cometido ninguna negligencia, de lo contrario no podría dormir", manifestó Entrena, que incidió en el "enorme volumen" de trabajo que hay en el Juzgado de lo Penal número 1 de Motril, una tesitura que le llevó a padecer "hipertensión y estrés"; de ahí las bajas laborales a las que se ha acogido en los últimos años.
El juicio a Adelina Entrena prosigue hoy y está previsto que mañana quede visto para sentencia. La Fiscalía pide para ella la suspensión de empleo o cargo público durante un año y tres meses y una indemnización de 75.000 euros. La acusación particular pide ocho años de inhabilitación y 352.000 euros en concepto de indemnización, mientras la defensa solicita la libre absolución.
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