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Llueve 300 litros por metro cuadrado en algunos pueblos de la costa de Granada

Llueve 300 litros por metro cuadrado en algunos pueblos de la costa de Granada

Foto: Motril@Digital

Pedro Feixas. Granada Hoy.-Cuando llueve con la intensidad con que lo ha hecho en los últimos días, es habitual oír a gente diciendo que nunca ha visto nada igual. Una exageración, probablemente, pero sí habría que remontarse bastantes años atrás para toparse con otro temporal tan fuerte y generalizado como éste.

Esos dos datos son fundamentales: ha llovido muchísimo y en toda la provincia. El delegado de la Junta en Granada, Jesús Huertas, dijo que en algunos puntos, sin detallar cuáles, se habían acumulado casi 500 litros por metro cuadrado en los tres últimos días.

Más precisa fue la oficina de la Agencia Andaluza del Agua, que dio datos tan contundentes como éstos: en Vélez de Benaudalla, a las seis de la tarde de ayer, se habían recogido 290,3 litros. En Albuñuelos, 266,7. Y en Los Guájares, que se lleva la palma en esa zona, 379,9.

Pero no es en las cercanías de la Costa donde más ha llovido, sino en la Alpujarra. Hay datos que casi asustan. Entre el 21 de diciembre y las seis de la tarde de ayer, según las mismas fuentes, cayeron nada menos que 844,2 litros por metro cuadrado en Capileira y 499,6 en Trevélez. Al final va a resultar que no hay tal exageración y que ha llovido más que nunca. En la costa, y a falta de que estadísticas más exactas lo confirmen, se habla de las precipitaciones más abundantes de los últimos cincuenta años.

Existe una relación, podría decirse que de causa-efecto, entre lo uno y lo otro: entre lo caído en la Alpujarra y el desastre en la Costa. Los ríos que nacen en esas montañas y desembocan en esa franja mediterránea -como el Guadalfeo, que lo hace en Motril- han aportado en estos días no sólo un caudal extraordinario de agua, sino también bloques de hielo arrastrados desde esa ladera de Sierra Nevada.

Lo cual empeoró las cosas, porque el hielo castigó las riberas en su camino al mar y porque al fin y al cabo provocó que se incrementara todavía más la cantidad de agua que finalmente llegaba a la costa. Que era tanta que no podía desembocar; no encontraba sitio.

Eso fue lo que propició las inundaciones de barrios como Varadero y Santa Adela y lo que obligó a los servicios de emergencia a actuar con rapidez. Como explicó el delegado andaluz, Jesús Huertas, lo fundamental era "buscar vías de evacuación, aliviaderos hacia el mar". Así se eliminó lo que podría definirse como efecto presa. Pero también es verdad que, a esas alturas, los dos barrios mencionados ya estaban anegados.

En Motril, donde, además de lo llegado desde más arriba, han caído más de 200 litros en los últimos tres días, estuvieron ayer en alerta roja hasta las seis de la tarde, mientras que en el resto de la provincia se pasó a la amarilla -menor riesgo- a las doce del mediodía.

Mientras se calculan los daños, cuantiosos pero por fortuna sólo materiales, se habla fundamentalmente de la petición de que el término municipal sea declarado zona catastrófica, algo que ayer se plasmó en un decreto firmado por el alcalde, Carlos Rojas, con el argumento fundamental de que se han producido inundaciones de importancia en la Playa de Poniente, en Varadero y en otros puntos de la ciudad, circunstancias que obligaron a los bomberos y el resto de las fuerzas de seguridad a realizar un centenar de actuaciones.

A todos ellos -Bomberos, Protección Civil y Policía Local- agradeció su labor el regidor motrileño, que valoró su "implicación" y el grado de coordinación.

Respecto a la petición ya oficial, el delegado de la Junta, Jesús Huertas, no se mostró en principio ni a favor ni en contra. "Hay que valorar todos los daños antes de realizar las oportunas peticiones de ayuda, pero que sepa el Ayuntamiento de Motril que tiene el apoyo de todas las administraciones", recalcó.

Con todo, lo cierto es que ayer hubo menos incidencias que el viernes. Sesenta frente a 150. Las más significativas fueron el desalojo de varias viviendas en Marchal, una población cercana a Guadix, al anegarse la rambla principal. Además, cuatro personas fueron rescatadas por la Guardia Civil al quedar sus vehículos atrapados en el trayecto entre el albergue de Los Peñones de San Francisco y la carretera a Sierra Nevada.

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