A la cárcel por no tener 5 euros al día

María José Moreno Hidalgo, a la que sus vecinos del barrio de la Caleta en Salobreña (Granada) conocen como “Pepa”, deberá ingresar en el Centro Penitenciario de Albolote antes del próximo 15 de abril para cumplir una pena de 15 meses de prisión o derivada de su imposibilidad económica para atender la obligación de pagar cinco euros al día.

Según dicta la sentencia 205/09 del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Motril, responsable de un delito contra la seguridad del art. 384.2 del Código Penal, por circular con un vehículo careciendo del carnet de conducir.

Pepa, de 42 años y madre de tres hijos que viven con ella, usaba el coche para trabajar como asistenta en la vecina localidad de Motril. Percibe un salario  de 300 euros mensuales, ingresos con los que le es imposible atender la obligación penal y el mantenimiento de su familia, dada su precaria economía doméstica.

El entorno cercano de Pepa no se resiste a su entrada en prisión. Ha solicitado al juzgado el aplazamiento de la sentencia y ha puesto en marcha una campaña denominada “Compra días de libertad para Pepa”. A través de la cuenta bancaria 2031 0118 80 0216039600 abierta en Caja Granada, cualquier persona podrá comprar, literalmente, días de libertad para Pepa, a razón de 5 euros al día.

Dada la situación excepcional por el que está pasando, Pepa prefiere hablar a través de Sergio Parra, un portavoz amigo de la familia: “No es un problema con la justicia, es un problema de justicia social. Pepa ha asumido sus errores y está dispuesta a pagar las consecuencias. No cuestionamos la sentencia, pero es absolutamente injusto que vaya a la cárcel por ser pobre. Es muy triste que una madre de familia vaya a la cárcel por no tener cinco euros al día”, asevera el portavoz. “Pepa es la señora que cuida a mis hijas en verano, ¿qué familia pondría a una delincuente al cuidado de sus hijos? Es una buena persona con una vida muy difícil. Probablemente su error es haber nacido donde ha nacido. La cuestión es que deberían ir a la cárcel todos los que hayan cometido un determinado delito y no sólo los que no puedan pagar las multas. Por todo ello los amigos de Pepa solicitamos la colaboración de instituciones, medios de comunicación y ciudadanía, en general, para que una mujer no entre en la cárcel por ser pobre”

Consciente de haber cometido un delito, además de forma reincidente y desbordada por la burocracia, citaciones, papeles, en definitiva, la presión de la administración de Justicia, Pepa compadeció voluntariamente el pasado 9 de febrero ante el Juzgado de los Penal Nº 1 de Motril para solicitar su inminente ingreso en prisión, convencida de la imposibilidad de asumir la obligación económica.

 Por desgracia, el mundo penitenciario no será nuevo para Pepa. El inminente ingreso en prisión no es el peor drama por el que tendrá que pasar. El pasado 15 de enero de 2008 Israel, su hijo mayor, “su Isra” como ella le llama y cuya foto está presente en todas las paredes de su modesta casa, falleció a los 21 años en circunstancias que todavía se desconocen. Paradójicamente el trágico suceso se produjo dentro de los muros de la Prisión de Albolote, el triste alojamiento de Pepa para los próximos meses.