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El picudo rojo aún no ha sido erradicado de la costa de Granada

El picudo rojo aún no ha sido erradicado de la costa de Granada
El picudo rojo vive a costa de las palmeras y se introduce en ellas hasta que las mata, teniendo especial predilección por la canaria y la datilera. 

El picudo rojo o curculiónido ferruginoso es un coleóptero originario de las regiones tropicales del Sudeste Asiático y Polinesia que ha ido aumentando su área de distribución por otras zonas subtropicales y templadas del planeta, colonizando distintas especies de palmeras.

Es una de las principales plagas que afectan a las palmeras de Oriente Próximo, Oriente Medio y del Norte de África. En España fue introducida desde Egipto y detectada por primera vez en 1995 en Almuñecar , Granada. Actualmente se ha extendido por toda la franja costera mediterránea e Islas Canarias, donde está devastando numerosas palmeras. En la costa de Granada aún no ha sido erradicado.

Características del picudo rojo

Los insectos de esta familia se caracterizan por tener una prolongación de la cabeza en forma de pico, de ahí su nombre. En una palmera el picudo se puede encontrar bajo cuatro formas diferentes: huevo, larva, pupa o capullo y adulto.

Las hembras ponen los huevos en las heridas de la palmera no selladas, o entre las bases de las hojas. De los huevos eclosionan las larvas, y estas larvas, que viven de 2 a 4 meses, cuando alcanzan su última fase fabrican un capullo de color marrón hecho con las fibras de la palmera, en el interior del cual se transforman en pupas, y, posteriormente, en escarabajos adultos.

Los adultos son de color rojo con las alas rayadas en negro, la cabeza acaba en pico, su longitud oscila entre 2 a 5 cm y se suelen encontrar detrás de las bases de las hojas. Pueden desplazarse largas distancias mediante el vuelo y también son buenos trepadores desde el suelo hasta las copas de las palmeras.

Síntomas de una palmera infestada por el picudo rojo

Una palmera puede estar infestada por el picudo rojo y no mostrar ningún síntoma que lo manifieste durante varios meses, puesto que es muy difícil detectar la presencia de la plaga en sus ataques iniciales.

Algunos síntomas ya evidentes serían los siguientes:

  • Retorcimientos de las hojas más externas que adquieren un color pajizo o se caen.
  • Presencia de foliolos cortados como con tijeras.
  • Grandes orificios con un exudado viscoso color rojizo y olor fuerte.
  • Aspecto aplomado general de la corona de las hojas.
  • Galerías de 1 a 2 cm en axilas y cortes de poda.
  • Presencia de capullos en el punto de inserción de las hojas.

Medidas de control y prevención contra el picudo rojo

Dada las características y peligrosidad de la plaga lo más importante es su rápida detección. Para un diagnóstico fiable del estado de la palmera, se puede recurrir a una empresa o profesional cualificado, que pueden orientar en el procedimiento a seguir para tratamiento o prevención.

Las palmeras muy afectadas o muertas deben arrancarse y quemarse para evitar la salida de adultos y su dispersión. Actualmente existen productos químicos autorizados para el tratamiento preventivo y curativo, que combinados con tratamientos biológicos ofrecen interesantes resultados en control y prevención de la plaga.

Hay que evitar las heridas en las palmeras en la época de poda por lo que se recomienda la utilización de pastas cicatrizantes para cubrirlas y la aplicación de insecticidas en los cortes.

En la prevención resulta esencial la exigencia del pasaporte fitosanitario a las palmeras de importación; así como la inspección de las palmeras procedentes de países no pertenecientes a la Unión Europea y su sometimiento a medidas de cuarentena previas a su introducción.

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