El pepino no remonta

elmundo.es.- Los invernaderos, esas estructuras para abrigar los cultivos de frutas y hortalizas que han llegado a formar lo que en su día se llamó el ’mar de plástico’, y que originaron un desarrollo meteórico y desordenado en torno a estas producciones intensivas, están en decadencia e incluso algunos avisan de que a medio plazo este modelo agrícola puede resultar inviable.

Así lo advierte la asociación interprofesional de Frutas y Hortalizas de Andalucía, Hortyfruta, que considera que la viabilidad del sector hortofrutícola bajo plástico "tiene un futuro incierto", debido a una "profunda crisis" que se ha ido agudizando con los años. Y la puntilla, por supuesto, ha sido la llamada ’crisis del pepino’ o lo que es lo mismo, el brote de la bacteria E.Coli que se detectó en Alemania del pasado mes de mayo y tantos quebraderos de cabeza ha proporcionado al sector agrario almeriense y de otras zonas de invernaderos.

Concretamente, Hortyfruta afirma que en la última campaña la crisis del E.Coli provocó un descenso del 9 por 100 del valor de la comercialización y una caída media del 15 or 100 en los precios de los productos de invernadero.

Estos resultados "han terminado con las esperanzas de recuperación del sector y han llevado a la ruina a muchos productores que han asistido atónitos a como crecían los costes e insumos necesarios para cultivar y como caían en picado los precios pagados por sus productos", explican desde la asociación.

Otra consecuencia de la crisis es la que afecta a la industria auxiliar, donde se ha registrado una caída del número de empresas, pasando de 272 en 2002, a 182 en 2009. Fueron las empresas de construcción de invernaderos, sistemas de control climático, riego, semilleros, maquinaria agrícola y de manipulación o plásticos, las más perjudicadas. El volumen de negocio de las empresas de industria auxiliar ha ido decreciendo pasando de los 1.373 millones de euros en 2007 a los 930 millones de euros en 2009.