Inspector de Trabajo dice que mantenimiento del viaducto no fue el adecuado
El inspector de trabajo encargado de realizar dos informes periciales sobre el desplome de un viaducto en la A-7, en el que murieron seis trabajadores, cree que pese a que la empresa hacía más revisiones de las recomendadas, el mantenimiento preventivo no fue el adecuado.
El inspector, que ha testificado hoy como perito a petición del Ministerio Fiscal durante la cuarta sesión de la vista oral que acoge el Juzgado de lo Penal 1 de Motril (Granada), ha apuntado que, con arreglo a la ley, la infracción cometida es calificada como grave al derivarse del mantenimiento del equipo de trabajo.
Durante su intervención, ha considerado que no existía ninguna normativa reguladora en la construcción de la autocimbra (la estructura metálica que se desplomó), y que en el manual de instrucciones la reseñas al mantenimiento eran "pobres", ya que solo establecían unas cuantas referencias sobre éste.
El inspector ha resaltado que la empresa cumplía por encima las normas que marca el manual de instrucciones, pero ha considerado que las unidades atornilladas de los módulos y de la cimbra tenían que haber sido sometidas a una revisión más exhaustiva en cada uno de los avances, y que se tenían que haber realizado con una llave dinamométrica y no de golpeo como se usaba.
Ha dicho que no le constaba que la Unión Temporal de Empresas encargada de las obras llevara un control de las revisiones, ni que se estableciera un protocolo para comprobar que éstas se estaban haciendo correctamente.
El inspector ha manifestado que la forma de actuar en las revisiones de las soldaduras y en los atornillamientos no era la correcta, ya que en el primero de los casos se hacían visualmente, por lo que solo se podía apreciar las deficiencias externas, mientras que en el segundo se debía de haber realizado con un aparato especial para ello (llave dinanométrica).
En esta cuarta sesión también ha intervenido una técnica de prevención de riesgos laborales de la UGT, que ha confirmado que los sindicatos realizaban inspecciones de las obras cada tres meses en compañía de miembros de seguridad de las empresas constructoras.
También ha dicho que durante estas visitas sólo se detectaron anomalías leves que se arreglaron sobre la marcha.
En términos generales ha calificado las medidas de seguridad que vio como buenas, aunque ha reconocido que ellos no llegaron a visitar la cimbra, al no estar en actividad.
Durante la sesión de hoy, el juez ordenó un receso para reunirse con las dos partes tras llamar la atención a uno de los abogados de la acusación popular, el letrado de CCOO.
Esta circunstancia fue aprovechada por la UGT para anunciar que como acusación popular y a tenor de las declaraciones formuladas hasta el momento van a solicitar la reducción de pena para los 11 imputados, sin descartar la posibilidad de retirar los cargos para algunos de ellos.
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