Luis Rubiales pedirá la convocatoria de elecciones generales dado el nivel de crisis que vive el país

Luis Manuel Rubiales López, de Convergencia Andaluza,  pedirá mediante una moción que elevará al pleno del ayuntamiento de Motril, la disolución del parlamento y la convocatoria de Elecciones Generales, ante la situación de crisis económica en la que se encuentra el país.

MOCIÓN

EXPOSICIÓN DE MOTIVOS:

Las elecciones generales, celebradas el día 20 de Noviembre del pasado año, dieron como resultado  un triunfo histórico del Partido Popular, que, con una aplastante mayoría absoluta, se dispuso a recoger el relevo de un Partido Socialista que fue castigado por los votantes, achacándole la situación de paro y de deriva económica hacia la crisis en la que se encontraba inmersa la sociedad española.

Declaraciones de todo tipo, asegurando la salida de la crisis y la vuelta a una situación económica boyante fueron realizadas por los más significados miembros del Partido Popular, siempre con la condición de que ellos ganaran las elecciones. Así, a la prima de riesgo, muy por encima del diferencial histórico, los populares la llamaron la “prima Zapatero”, aludiendo a que el auténtico riesgo para la economía española era el anterior Presidente de Gobierno….El mismo Sr. Rajoy, afirmando que “subir el IVA era injusto, innecesario y además no servía para crear empleo, sino para  lo contario”. O, reiterándose en los mismos postulados:”Subir el IVA es el sablazo del mal gobernante”.  O declaraciones realizadas por el ahora Ministro de Hacienda, señor Montoro, explicitando que “no se preocupen si se hunde la economía, ya vendremos nosotros a levantarla”….O, tal vez, la creencia de buena fe de parte del electorado de que las posiciones de derechas son mejores para administrar la economía… Todo ello, conjuntamente con la situación imparable de pérdida de empleo, hizo que el terreno estuviese suficientemente abonado como para que se produjese un resultado espectacular  a favor del Partido Popular en las mencionadas elecciones generales.

Además, muchísimos ciudadanos y ciudadanas creyeron que tras los gobiernos del PSOE era bueno un cambio de ciclo, y quisieron dar una oportunidad al señor Rajoy para que formara un gobierno con apoyo aplastante en el Parlamento. Cuánto más que, en el programa electoral presentado a los españoles, 212 páginas de diagnostico general y sectorial, objetivos y medidas, se contemplaban un conjunto de medidas que en absoluto hacían mención a lo que después sería la realidad. Así, en dicho programa, inicialmente se propugnaban los objetivos centrales, que más adelante se iban desarrollando, entre los que cabe destacar:

Página 16: “La mejora de la educación. Esta es la clave de una sociedad de oportunidades. No nos podemos resignar a dar por perdidas generaciones de españoles”.  

Página 17: “La garantía de la sociedad del bienestar y de la protección social, mediante las reformas que hagan más eficientes y mejores nuestros sistemas educativo y sanitario, y aseguren así las prestaciones a las futuras generaciones”.      

Página 17:”El fortalecimiento institucional y la regeneración política. Necesitamos instituciones fiables, previsibles, la vuelta al respeto a la Ley y a la seguridad jurídica”.

Página 24:”España volverá a ser un ancla de estabilidad económica y confianza para la zona euro”.

Página 25:”Una reforma laboral  que ponga fin a la dualidad, permita la creación de empleo estable y genere oportunidades para todos”.

Página 37:”Pondremos en marcha una reforma integral del mercado del trabajo, que de respuesta al drama social sin precedente que representa un país con cinco millones de parados…

Página 59 (medida 01):”Actualizaremos la deducción por adquisición de vivienda en el IRPF.”

Página 77 (“Educación, camino de oportunidades”) Medida 01: “Mejoraremos la educación obligatoria y gratuita hasta los 16 años….”

                Medida 02:”Promoveremos el bilingüismo español-ingles…”.

                Medida 10:”Adoptaremos, de forma temprana, medidas de refuerzo y de recuperación para aquellos alumnos que lo necesiten…”

                 Medida 11:”Reforzaremos la libertad de elección de las familias, promoviendo una educación pública de calidad….”.

Página 93 (Universidades), medida 03:”Impulsaremos un sistema de becas que potencie la excelencia y la igualdad de oportunidades en los estudios universitarios….”.

 Medida 06:”Promoveremos la excelencia docente e investigadora del profesorado….”.

Página 103 (“Comprometidos con el bienestar):

Página 113 (Sanidad) Medida 01: “Adoptaremos todas aquellas medidas que garanticen el acceso universal a unas prestaciones de calidad…”

Página 117:”Modificaremos la Ley de Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de Dependencia para garantizar una cartera de servicios básicos y común para todas las personas….”.

Tan solo ocho meses después de celebradas las elecciones, la situación del país no solamente no ha mejorado, sino que ha empeorado de manera sustancial. No es, ni siquiera, lo que algunos nos atrevimos a decir en aquellos momentos, que el Partido Popular tenía un programa oculto que desarrollaría una vez ganadas las elecciones. La sensación, a día de hoy, es aun peor: es que no tienen programa, ni dirección política, ni saben que hacer una vez pasadas las primeras semanas y puestas en marcha las primeras disposiciones. ¿Acaso pensaban que con esas primeras medidas, claramente en contra de los intereses de los trabajadores, los mercados se iban a calmar y la situación económica mejoraría? Puede que sea eso, y que agotadas las primeras iniciativas, sin resultado positivo para la marcha del país, ahora estén en una situación de absoluta y total desorientación. Nunca nadie, en la historia democrática de nuestro país, había dilapidado en tan escaso tiempo un caudal tan amplio de adhesiones y apoyos. Abona esa tesis las declaraciones de distintos ministros: el señor de Guindos, encargado de Economía, se lamenta ante las cámaras de televisión de “que es inexplicable el comportamiento de los mercados”. El señor Esteban González Pons se lamenta de que “si quisiera el BCE, esta situación estaría terminada el lunes próximo”, o el señor Montoro, Ministro de Hacienda, que con voz trémula desgrana en el Parlamento una salmodia de desgracias que terminan con el “señorías, no hay dinero”, lo que hace que inmediatamente los mercados superen el record histórico de la prima de riesgo.

El Presidente del Gobierno, por lo que nos cuentan los medios de comunicación, se encuentra claramente sobrepasado por la situación, e incluso desde dentro de las filas de su propio partido comienza a tomar cuerpo una fuerte corriente de contestación hacia las actuaciones desarrolladas por el Sr. Rajoy. ¿Es moralmente aceptable que un gobierno, cuyas medidas han ido en la dirección contraria de lo prometido  en su programa electoral, siga gobernando? Desde un punto de vista formal, parece que nadie puede discutir al PP que tiene derecho a seguir gobernando, pero éticamente, si se demuestra por la vía de los hechos que están haciendo justo lo contrario de lo que se prometió, ¿no sería más honesto dirigirse a los Ciudadanos, para que estos decidieran, mediante la convocatoria anticipada de elecciones generales, el rumbo del país?

Este es un gobierno que, frente a lo prometido, sube el IVA, elimina la desgravación por compra de vivienda en el IRPF, pone en marcha una injusta y regresiva amnistía fiscal; se ve forzado a solicitar un rescate bancario, cuando el día de antes se llenaba la boca de decir que nunca solicitaría dicho rescate; elige a los controladores de los medios públicos de comunicación, sin consensuarlo –como históricamente ha ocurrido- en el Parlamento; elimina parte de los fondos de la Ley de Dependencia, pone en marcha el repago de los medicamentos (incluso para los pensionistas), deja fuera de financiación medicamentos de enfermedades comunes, aumenta la ratio en primaria y secundaria, elimina miles de puestos de docentes, destina menos dinero a becas endureciendo los requisitos parra obtenerlas, aumenta las tasas universitarias; realiza un “reformazo” laboral, en contra de los sindicatos, que elimina derechos consolidados de los trabajadores, y traslada a éstos al siglo XIX; y reduce las prestaciones para desempleo en su cuantía, y endurece las condiciones de acceso a las mismas, y reduce los subsidios y de las políticas activas de empleo, etc., etc., etc.

Si hubiera que hacer un resumen de estos ocho meses, cabría encuadrarlo con los siguientes titulares:

-España no solo no mejora, sino que empeora.

-Las medidas puestas en marcha por el gobierno de Rajoy van en la dirección contraria de lo explicitado por dicho partido antes de las elecciones.

-Cualquier medida puesta en marcha por el Gobierno Rajoy que se analice tiene estas dos propiedades: juega en contra de las economías más modestas y favorece los criterios de política conservadora, y por ende, de las clases con más poder adquisitivo.

 Por todo lo cual, SOLICITA: 

1.- Se acuerde por este Ayuntamiento-Pleno solicitar del Señor Presidente del Gobierno, Don Mariano Rajoy, dada la situación de extrema gravedad de la economía del país, y la desesperada situación de ingentes cantidades de ciudadanos y ciudadanas, y dado que las políticas aplicadas por su gobierno no solamente no han servido para mejorar la situación, sino que al contario, la han empeorado ostensiblemente, que otorgue la voz al pueblo español para que sea este quien, de manera soberana, determine a través de unas elecciones generales, cuál es el rumbo que debe orientar la política española. Por tanto, que en el uso de sus atribuciones, disuelva el Parlamento y proceda a convocar Elecciones Generales.

2.- De la presente resolución se de cuenta al Sr. Presidente del Gobierno, y al Sr. Presidente de las Cortes Generales.