"La hierbas aromáticas en la cocina védica" por Kuntidevi
Namaste, queridos lectores, hoy me gustaría hablar sobre EL EFECTO CURATIVO Y LA UTILIZACIÓN DE LAS HIERBAS AROMÁTICAS Y LAS ESPECIAS EN LA COCINA VÉDICA
Los Vedas se dividen en cuatro partes: el Rig Veda, Sama Veda, Yajur Veda y Atharva Veda. En el Rig Veda (la composición del universo) se encuentra la totalidad del saber sobre el universo, su origen, su formación, su mantenimiento y su disolución. Especialmente esta primera parte, de los Vedas, considerada el fundamento de toda la sabiduría, canta a menudo en sus himnos sobre estas seres vegetales de la naturaleza. Los siguientes 39 dominios de la sabiduría de los Vedas son sólo comentarios al mismo. En general todos los Vedas están repletos de elogios sobre el efecto curativo de las especias y las hierbas medicinales.
También los manuales del Ayurveda, sobre todo los Puranas, que escriben sobre la historia de la humanidad, describen la extraordinaria fuerza curativa de las hierbas y las especias. En ellos se explica que la mayor fuerza sanadora la poseen en primer lugar los mantras sagrados. En segundo lugar se sitúan las piedras preciosas puras y claras, y en tercer lugar estarían las hierbas medicinales y las especias.
Debido al poder irradiante y curativo de dichas hierbas y especias se dice que los Devatas, impulsores de la inteligencia creativa, las visitan a menudo y pasan un tiempo con ellas y que incluso Indra, el rey de los Devas vivió una temporada en el tallo de un loto para reponerse y curarse debido a que sus fuerzas se estaban agotando .Después de lo cual recobró su antigua fuerza y se dispuso a volver al cielo.
Ocuparse de las hierbas y especias y emplearlas es prácticamente meditación. Nos dan nuevas fuerzas, nos refrescan ,nos renuevan, nos rejuvenecen ,nos sanan y nos restituyen enteramente. Por ello deberíamos amarlas y conservarlas.
El uso correcto de las especias empieza por comprarlas a ser posible enteras, ya sea en grano, o en algunos casos la raíz fresca ( jengibre ) y triturarlas o molerlas justo antes de cocinar. Para ello merece la pena disponer de un molinillo de café o de especias o de un mortero. Las especias despliegan así su aroma en plenitud y su poder curativo es también más fuerte. Para cocinar con ellas se seleccionan primeramente aquellas que vamos a utilizar en la receta, después se pone un poco de aceite o ghee* a calentar y cuando ya está un poco caliente se echan las especias, dejándolas no más de un minuto hasta añadirle los alimentos que vamos a cocinar. Las hierbas, si son frescas se echan al final de la cocción, pero si son secas se pueden desmenuzar y añadir también con las especias.
Se aconseja conservar las especias en recipientes oscuros a ser posible, mejor si son de cristal, y tenerlas siempre a mano. Las especias en grano se conservan dos años, las molidas sólo uno, después de este tiempo pierden su fuerza curativa.
Los alimentos generosa y sabiamente especiados despiertan el apetito y estimulan la digestión, lo cual es muy importante para todos, especialmente para personas de edad avanzada cuya fuerza digestiva natural empieza a disminuir, o también en dietas de reconvalescencia o para personas que sufran de alguna enfermedad
En caso de problemas de estómago o intestino es aconsejable sólo usar especias o hierbas muy suaves. También los niños tienen una lengua y un estómago delicado, por ello se aplica en estos casos menos es mejor que más. La excepción a esta regla serían niños en edad escolar con falta de apetito, que vuelven a recobrarlo gracias a comida sabrosamente especiadas. Y aquellas personas que tienen que comer poca sal que piensen en el refrán:” bien especiado es la mitad salado”
El principio básico de la cocina védica es el de sofreír en primer lugar las especias recién molidas en ghee* y cocinar en este sofrito la verdura, dal* (un determinado tipo de lenteja de color naranja o amarillo), arroz, chutney* (especie de salsa a base de tomates o de otro tipo de frutas o verduras),etc. Hay una regla de oro en la cocina védica según la cual lo mejor son los platos que desde el principio se cocinan con ghee y especias. La segunda manera es añadir a medias de la cocina del plato las especias sofritas en ghee. Y la tercera modalidad añadir al final de la cocción y dejarlo hervir una vez todo junto. La razón por la que es más sano dar este ghee al principio es que por medio de dicho ingrediente las especias son más digeribles, su poder curativo se transmite mejor al alimento y las vitaminas del mismo son metabolizadas en forma óptima por el cuerpo. Es importante saber que el ghee es el único tipo de grasa que tiene acceso a cualquier célula del cuerpo sin resistencia. Al ser tan puro es el mejor transformador y transportador de sustancias nutritivas para todo el metabolismo del cuerpo. El ghee es una receta transmitida directamente por los dioses para curarnos en salud. Conque animaros a prepararlo para poder disponer de él como un ingrediente básico en vuestra cocina. No es ni difícil ni complicado pero se necesita su tiempo y una cocción larga y regular para alcanzar el típico aroma a nueces que desprenderá la mantequilla derretida. Tras el proceso de cocción queda el claro ghee de color ámbar dorado.
EL ORO LÍQUIDO: GHEE (mantequilla clarificada)
Ingredientes
1 kg de mantequilla para obtener 800 g de ghee (1/2 hora de cocción)
2,5 kg de mantequilla para obtener 2,2 kg de ghee (3 horas de cocción)
Preparación
Primero llevar la mantequilla a punto de cocción a fuego medio en un recipiente de material pesado. Cuando la superficie esté cubierta con una espuma blanca bajar el fuego al mínimo y seguir hirviendo sin tapar la olla, y de vez en cuando ir retirando con una cuchara los restos sólidos de la superficie, dichos restos pueden ser añadidos a verduras, en sopas ,etc. El ghee no debería en ningún caso requemarse. Evitad hervirlo demasiado tiempo o cocinarlo a fuego muy alto ya que éste adoptaría un tono oscuro y un olor desagradable y perdería todas sus benéficas propiedades.
Después de haberlo cocinado haced prasada con una pequeña porción guardándolo después en un recipiente cerrado herméticamente en un lugar fresco y seco donde se conservará durante varios meses. Sat nam.
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