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Almuñécar acogió el concierto más internacional con el grupo Boney M

Fotos Alejandro Vilar y Juan Manuel de Haro

Fotos Alejandro Vilar y Juan Manuel de Haro


Fotos Alejandro Vilar y Juan Manuel de Haro


Juan Manuel de Haro.- La actuación del grupo de moda al principio de los 80 que llenaba las pistas de las famosas discotecas amen de ser los temas más solicitados en los concursos de baile se presentó en Almuñécar. 

Fue anoche (sábado 28 julio) en el estadio municipal de deportes Francisco Bonet sexitano que se convirtió en una auténtica fiesta ochentera, donde la música corría a cargo de Boney M. El resto lo ponía el buen ambiente que se respiraba y el clima veraniego. 

Mitchell, la voz directora del concierto, hablaba con el público constantemente haciéndoles bailar al son de ‘Ma baker’ o pidiéndoles que levantaran la mano y bailaran con ella. A la improvisada sala de conciertos accedieron cerca de mil personas dispuestas a pasar un buen rato y no resultaba nada difícil puesto que Mitchell ya se encargaba de ello. 


El concierto arrancó con el tema ‘Sunny’, una canción más que acertada para un concierto que se celebraba en el ecuador del verano. Esta primera canción ya consiguió algunos bailes entre los asistentes. Aunque la verdadera locura no se hizo esperar mucho, ya que ‘Daddy Cool’ fue la tercera canción que este grupo interpretó con tal ritmo y musicalidad que hasta las personas que habían reservado asiento para ver el concierto de forma más calmada se pusieron en pie para bailar junto al resto de asistentes. Además, curiosamente, la gran mayoría del público que había reservado un asiento para el concierto era alemana. 


El público estaba compuesto no solo por personas mayores, sino que era muy heterogéneo: mayores, menores, españoles y extranjeros, había además un grupo de fieles seguidores que al más estilo cosplay se habían colocado pelucas afro en recuerdo a Bobby Farrell, cantante original del grupo que falleció hace dos años. En definitiva, el concierto fue un verdadero lujo para los asistentes, ya que la vocal Mitchell demostró un vez más que los años no pasan por ella, que con sesenta recién cumplidos compartió risas, bailes y sobre todo su inconfundible voz. Además de regalar una última y famosa canción solo acompañada al piano, aparte de hacer un solo con el tema dedicado al Lute y Mandela. (RI)


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