Casi 300 escolares motrileños reivindican la educación en valores en el Día Universal de los Derechos Humanos
La alcaldesa de Motril, Luisa García Chamorro, acompañada por la concejala de Inmigración, Teresa Morales y la edil de Educación, Elena Vallejo, ha presidido la celebración del Día Universal de los Derechos Humanos, celebrada en el teatro Calderón.
Casi 300 escolares de 6º de primaria de distintos centros educativos de Motril han participado en esta actividad que conmemora la Declaración Universal de Derechos Humanos, aprobada por la Asamblea de General de Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948. A través de este documento, se configura un marco normativo para los Estados -a nivel nacional e internacional-, con el objetivo de que éstos desarrollen las acciones pertinentes para que cualquier persona del mundo viva dignamente.
García Chamorro ha explicado que con este acto, el Ayuntamiento de Motril, en colaboración con los centros educativos del municipio, “persigue una educación en valores basada en el conocimiento y en la información de nuestros derechos fundamentales como seres humanos que somos, sin importar el país en el que nos encontremos.”
Los escolares, por su parte, han dado lectura a distintos epígrafes de la Declaración Universal de los Derechos Humanos mientras se han proyectado láminas con ilustraciones y textos adaptados para la comprensión infantil.
Los derechos humanos se basan en el deseo, cada vez más extendido en la humanidad, de vivir una vida en la que se respeten y protejan la dignidad y valor inherentes de cada ser humano. La ausencia de esos derechos no sólo constituye una tragedia individual y personal sino que también crea las condiciones de la inestabilidad social y política donde germinan la violencia y los conflictos que se producen entre las sociedades y las naciones y dentro de éstas.
A este respecto, la alcaldesa de Motril ha dedicado unas palabras a los pequeños explicándoles que los derechos humanos universales empiezan “en pequeños lugares, cerca de nosotros, en lugares tan próximos y tan pequeños que no aparecen en los mapas. Pero esos son los lugares que conforman el mundo de una personas: el barrio en que vive, la escuela o la universidad en que estudia; la fábrica, el campo o la oficina en que trabaja. Esos son los terrenos en los que cada hombre, mujer y niño busca ser igual ante la ley, en las oportunidades y en la dignidad sin discriminación”.
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