La Policía Local sorprende a tres individuos cuando robaban subtropicales en una finca de Motril

La operación se ha saldado con un detenido y la incautación de 30 kilos de aguacates y diverso material que se usaba para la sustracción de la mercancía. Durante este fin de semana, los agentes también han llevado a cabo distintas actuaciones por incumplimiento de la Ordenanza Municipal contra el vandalismo y de la convivencia ciudadana. 

La Policía Local de Motril ha llevado a cabo este fin de semana diversas actuaciones relacionadas con el contrabando de fruta y el incumplimiento de la Ordenanza Municipal contra el vandalismo y de la convivencia ciudadana. 

Destaca, en primer lugar, la operación desarrollada por una patrulla que realizaba labores de vigilancia en la zona norte de la ciudad, al percatarse de que había tres personas con actitud sospechosa en el interior de una finca situada en el barrio de San Antonio. 

Al acercarse los agentes, dos de los individuos salen corriendo y logran huir a través de un agujero de la alambrada, mientras que el tercero es interceptado y trasladado a la comisaría, debido a que carecía de documentación identificativa. De igual modo, son incautados los 30 kilos de aguacates que este grupo de delincuentes pretendía sustraer y, presumiblemente, vender después en el mercado negro. Junto a la fruta, también se decomisan un cuchillo, cinta aislante y una mochila, enseres que habían sido usados para la sustracción de la mencionada mercancía. 

Por otro lado, la Policía Local ha procedido a la denuncia de un individuo que se encontraba realizando graffitis en los paneles informativos situados en el Parque de los Pueblos de América, interviniendo además el material con el que realizaba las pintadas. 

Para concluir, el concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Motril, Manuel Ballesteros, ha felicitado a la plantilla de la Policía Local “por el trabajo que efectúa cada día para velar por el bienestar de todos los ciudadanos y, especialmente, por la eficaz labor que viene desarrollando en la lucha contra el robo de fruta, una lacra que no sólo afecta a los agricultores, sino también a los intermediarios y, por supuesto, al consumidor final, que carece de garantías sobre la salubridad de dichos productos”.