La Cofradía Nuestra Señora de la Soledad y Santísimo Cristo Yacente o el sentir de todo un barrio motrileño

Fotos Virginia Flores

María Arquero. - Ya caída la noche del Sábado Santo, los cristianos celebramos la Vigilia Pascual.
La llamada de la fe espera impaciente la llegada del domingo de Resurrección y así un año más dar por finalizada la Semana Santa.

Tras días de pasión, Jesús ha muerto y se encuentra yacente, descendiendo para salvar a su pueblo, para liberarnos y entregarnos la vida eterna.

Motril pudo vivir en la noche del Sábado Santo, el sentir de un barrio entregado a la devoción, con la procesión de la Cofradía Nuestra Señora de la Soledad y Santísimo Cristo Yacente.
Hermandad que se encuentra entre nosotros desde el año 1949 y un año más tarde, el día 15 de abril tuvo lugar su primer desfile procesional.

Fotos Virginia Flores

Alejandro Vilar-. La cofradía Nuestra Señora de la Soledad y Santísimo Cristo Yacente, realizó su estación de penitencia en la tarde noche de ayer. El cortejo comenzó pasadas las ocho de la tarde.

La banda de cornetas y tambores de la Expiración de Huescar, hizo lucir un año más el paso más grande de Motril; el Santísimo Cristo Yacente, portado en este año por más de setenta personas.

Uno de los momentos más emotivos, fue la reverencia que el paso de la virgen hizo, ante su templo, a la representación de la Hermandad de la Divina Pastora. El paso del Santísimo Cristo Yacente fue precedido en todo momento por autoridades de la corporación municipal, miembros de protección civil, guardias civiles, miembros de la agrupación de hermandades y cofradías  y representantes de algunas cofradías.

El misterio simboliza a Cristo muerto en su traslado hacia el sepulcro y la virgen representa el momento de la soledad y tristeza  tras el descendimiento  de su hijo muerto de la cruz.

A los sones de banda de Niguelas  y con la marcha María Santísima del Sol, el paso de la soledad en carrera oficial quiso estar. Un semblante serio y sereno caracterizan esta talla y vestida de luto por las manos de Antonio  Jesús Hernández.

Reinaldo Tarragona, hermano mayor; “Nos gustaría poder procesionar más por nuestro barrio, ya que la gente lo pide mucho y por cuestiones de horarios es muy complicado, necesitaríamos salir a la calle un par de horas más”.

 El momento más especial, llegó en su encierro cuando se produjo el encuentro de ambos pasos y  las dos cuadrillas pudieron disfrutar juntas de una marcha. Pasada la media noche la hermandad  puso fin un año más a un sábado santo celestial. 

“Cada día de la pasión Motril nos cuenta ese sentimiento que Jesús vivió, desde el área de cultura, preparamos una especial programación dedicada a la semana santa, para calentar motores, como el certamen de bandas que se  realizó hace unas semanas” comentó la concejala Elena Vallejo y también hizo un balance muy positivo de la semana santa de Motril. 

La semana santa motrileña pone su  punto y final hoy, con la procesión de los más pequeños; el Dulce Nombre de Jesús. El cortejo comenzará a las doce de la mañana desde la iglesia de la Encarnación y hará las delicias de los más pequeños, quienes toman el protagonismo en la última jornada se la semana de pasión.