IU MOTRIL MUESTRA SU "TOTAL APOYO" A LA HUELGA GENERAL EDUCATIVA
Izquierda Unida Motril manifiesta su “total apoyo” a la huelga general educativa convocada para hoy 9 de mayo por representantes de todos los sectores de la comunidad educativa (madres y padres, estudiantes y profesionales de la educación), “respaldamos esta importante movilización por considerarla tan oportuna como necesaria, ya que esta huelga es una ocasión inmejorable de mostrar el rechazo mayoritario ante los continuos ataques que sufre nuestra Educación Pública por parte del PP, responsable de unas políticas centradas en brutales recortes presupuestarios que superan ya los 5.000 millones de euros, y que tienen como objetivo encubierto el desmantelamiento de servicio público educativo, único garante real del derecho universal a la educación en condiciones de igualdad”.
“A esta realidad debemos sumar el empecinamiento del ministro José Ignacio Wert, convenientemente alentado por el lobby de la jerarquía católica, por seguir adelante con su proyecto de la LOMCE, a pesar del absoluto rechazo cosechado en amplios sectores de la comunidad educativa y del varapalo recibido recientemente en el dictamen elaborado por el Consejo de Estado”.
La formación de izquierdas recuerda que “este órgano consultivo plasmó en su trabajo importantes y variadas objeciones sobre aspectos centrales del proyecto. Dejando claro que ni se necesita una nueva ley orgánica de educación para aplicar los cambios que se pretenden introducir, ni era de recibo plantearla sin un amplio acuerdo entre el conjunto de las fuerzas políticas y sociales”.
Izquierda Unida advierte de que la aplicación de las medidas recogidas en la LOMCE, en su redacción actual, supondría el principio del fin del modelo de Educación Pública que se ha tardado décadas en conquistar: “El PP pretende sustituirlo por un sistema educativo mercantilizado, cuya ‘calidad’ estaría íntimamente relacionada con el poder adquisitivo de las familias”.
La ‘contrarreforma’ de Wert pretende extender y potenciar territorios escolares reservados a la élite, excluyendo a su vez a las hijas e hijos de la clase trabajadora a la hora de acceder a determinados niveles y centros educativos. El propio bachillerato supondría importantes gastos que no toda la ciudadanía podrá costear, por no hablar de los aumentos, que ya estamos sufriendo, de las tasas universitarias o los desorbitados precios de másteres y cursos de postgrado.
“Las reválidas, la elección obligada de ‘itinerarios segregadores’ a edades tempranas, el control externo de lo que hay que aprender/enseñar así como la ausencia de participación democrática en la gestión de los centros educativos supondrían, sin lugar a dudas, otro ataque sin precedentes a la igualdad y a la equidad en educación.
De igual forma también se quieren potenciar centros educativos de diferentes niveles según los contextos socioeconómicos, fomentando la especialización y ‘excelencia’ de unos en detrimento de otros, en lugar de garantizar el derecho universal a una educación de calidad para todos y todas. Además esa especialización estará más ligada a intereses privados empresariales y de los ‘mercados’ que a la formación integral del alumnado”.
Y todo ello se enmarca en un proceso de continuos recortes que atacan directamente la calidad de la Educación Pública: aumento de ratios de alumnado, reducción drástica de personal docente, eliminación o reducción de becas y ayudas, presupuesto irrisorio en las partidas destinadas a formación, investigación…
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