Las fiestas marineras de Varadero llegan a su ecuador con un excelente ambiente durante todo el fin de semana

El encendido del alumbrado por parte de la alcaldesa de Motril y el posterior pregón a cargo de la coordinadora de Anejos, Mari Ángeles González, dieron el pistoletazo de salida a los cuatro días de fiesta en honor a la Virgen del Carmen.    

La alcaldesa de Motril, Luisa García Chamorro, acompañada por la concejala de Anejos, Concepción Abarca, así como diversos miembros del equipo de Gobierno, acudieron al encendido del alumbrado que marcaba el inicio de las fiestas de Varadero. 

García Chamorro mostró su satisfacción por poder compartir un año más esta señera celebración en honor a la Virgen del Carmen, “que tiene un gran arraigo, no solo en Santa Adela y Varadero, sino en todos los barrios de Motril”. 

También Abarca quiso destacar el excelente ambiente festivo que se respira en el barrio durante estos días, “en los que familiares y amigos se reúnen para compartir las fiestas y desconectar de la rutina”. 

La coordinadora de Anejos, Mari Ángeles González, fue la encargada de pronunciar el pregón en el que destacó el esfuerzo y la entrega de los marineros y pescadores en su quehacer diario y la gran devoción que le profesan a su Patrona. González también recordó capítulos de su infancia en los que relató cómo vivía la llegada de las fiestas de su pueblo –también marinero-, asimilándolo a la ilusión que despierta entre los pequeños de Varadero. 

La comisión de Fiestas del barrio agradeció con un obsequio la colaboración institucional para organizar estos días de celebración que se extenderán hasta el martes, jornada en la que se desarrollarán los actos litúrgicos en honor a la Virgen del Carmen: a las 12:30 con la misa en la lonja pesquera y a partir de las ocho y media de la tarde con la procesión marítimo- terrestre. 

Luisa García Chamorro felicitó a todas las áreas municipales por el trabajo desarrollado para sacar adelante las fiestas, al tiempo que animó a todos los motrileños a sumarse a las mismas en los días que restan, para disfrutar de la alegría del barrio y sus gentes.