El Flamenco transformó El Majuelo en una fiesta

El Parque de El Majuelo se llenó de arte y garra con el II Festival Flamenco. La expectación desde minutos antes de que empezara el espectáculo era máximo. Más de 600 personas se dieron cita para poder disfrutar de las voces de Montse Cortés, La Susi y Remedios Amaya, en un festival que ha contado con la colaboración de la Concejalía de Cultura. 

            Venidos de diferentes puntos de la provincia, incluso de Málaga o Almería, los amantes del flamenco puro disfrutaron de una noche mágica. Este festival unía a tres voces con tanta calidad y tan larga trayectoria, que nadie quiso perdérselo. 

            Desde el primer minuto, no dejaron de acompasar las canciones de estas artistas con sus palmas, de animarlas, de piropearlas. 

            La primera en subir sobre el escenario de El Majuelo fue Montse Cortés, quien deseó al público que “pasaran un ratito a gusto”. Su voz intensa pero a la vez dulce hizo estremecer a más de uno más de los espectadores. 

            Tras ella llegó el cuadro flamenco de María Gómez La Canastera, quien a los sones de la guitarra, la caja y las voces flamencas, derrochó energía, sentimiento y carácter. 

            Era la primera vez que actuaba en Almuñécar y quiso agradar. La Susi demostró su arte con su voz ronca, desgarrada, que pasó de los tangos a las bulerías. 

            El baile volvía a hacerse protagonista en esta noche flamenca única. Con la actuación del granadino bailaor Agustín Barajas y su cuadro flamenco quedó claro que las generaciones jóvenes también se acercan a este arte tan nuestro. 

            Para clausurar, dos horas después de que comenzara el espectáculo, llegó el momento culmen de la noche. En el escenario hacía acto de presencia Remedios Amaya, entre numerosos aplausos que ya presagiaban que sería una gran actuación.  Atreviéndose a cantar sin micro a ratos, mostrando lo que lleva dentro, por algo está considerada una de las mejores cantaoras. 

            Fue una noche mágica en la que tanto los amantes del flamenco como los profanos sintieron la fuerza y la energía que tienen estos ritmos. Almuñécar volvió a mostrarse flamenca.