MANIFIESTO ANDALUCISTA POR EL 28 DE FEBRERO
Hace 34 años, el 28 de febrero de 1980, el pueblo andaluz rompió sus cadenas y su marginación votando masivamente por una autonomía de primera, en un contexto de descentralización estatal que se desarrolló paralelamente a la democratización política del país. Hartos ya de estar hartos, los andaluces dijimos ¡basta! a centenares de años de discriminación, rompiendo la asimetría territorial que los partidos mayoritarios pretendían imponer.
Aquel 28F, con una pregunta retorcida del gobierno de UCD (¿Da usted su acuerdo a la ratificación de la iniciativa prevista en el artículo ciento cincuenta y uno de la Constitución a efectos de su tramitación por el procedimiento establecido en dicho artículo?), Andalucía se ganó, en referéndum, el título de Comunidad Histórica a pulso, demostrando que era un pueblo vivo y orgulloso de sí mismo, que no aguantaba más ser la hermana pobre de un Estado que la relegaba al papel de colonia interior.
Los andaluces nos rebelamos en 1980 para conseguir un poder político propio que consiguiera un mayor nivel de bienestar y de desarrollo económico para nuestro pueblo, en igualdad con otras comunidades y regiones del estado.
Sin embargo, hoy, con 1.446.600 andaluces sufriendo la terrible lacra del desempleo, 157.100 de ellos granadinos, el 36% de la población activa, las desigualdades norte-sur se acrecientan, marcándonos con un estigma indeleble que perdura en el tiempo. El déficit en infraestructuras sigue siendo una asignatura pendiente, con obras eternas y proyectos inacabados o sin desarrollar, que lastran nuestro futuro y nuestro presente. Ejemplo paradigmático de esto en la Costa Tropical, es la ralentización en el tiempo de la autovía del Mediterráneo, o el peloteo de la Junta y el Estado que ha permitido que, 10 años después de la finalización de la presa de Rules, ni las conducciones de riego ni el aprovechamiento hidroeléctrico, tengan visos de iniciarse, con el consiguiente perjuicio y ruina de los agricultores. Y lo que es más lamentable, los jóvenes andaluces, con una tasa de paro que supera el 65%, tienen que volver a coger las maletas y emigrar para buscar la prosperidad que parece negarles nuestra tierra, ante y por la desidia e incompetencia de nuestros gobernantes.
¿Falla la autonomía y el autogobierno? No, fallan los repetidos gobiernos del partido-régimen en Andalucía que han utilizado la Junta como ariete contra los gobiernos de Madrid cuando eran de distinto color político o que se han sometido cuando han sido de su mismo color. Fallan los dirigentes-alternativa en el gobierno popular de Madrid, cuyas políticas de recortes están haciendo recaer sobre los más débiles el peso de esta crisis que nos aplasta. Fallan sobre todo los gobernantes andaluces que han despilfarrado dinero público de manera indecente y que han llenado de casos de corrupción (sangrante el caso de los ERE) las páginas de los periódicos, hundiendo en la ignominia el alto concepto de la política y a la propia democracia. No falla la estructura, falla la utilización y el uso que de ella han hecho.
Más autogobierno, más autonomía son sinónimos de bienestar social, de prosperidad económica, así lo entienden otros pueblos del Estado que reclaman más competencias para ser autosuficientes. Precisamente por ello, tenemos que estar de nuevo dispuestos a defender lo nuestro, ya que hay otras comunidades que van a volver a intentar romper el equilibrio y la simetría que tanto nos costó conquistar aquel 28F.
Hoy tenemos que volver a sacar nuestras banderas verde y blancas, gritar ‘autonomía y libertad’, para defender y exigir lo que nos corresponde. No hay nada que celebrar este 28F, debemos ser reivindicativos y exigir lo que nos adeudan. Debemos salir a la calle para exigir otro modelo productivo, para relanzar infraestructuras vitales para nuestro desarrollo, para defender nuestra tierra.
Los andalucistas debemos volver a llenar de esperanza nuestros corazones y marcar el camino para una Andalucía dinámica y orgullosa de sí misma. Recordando a Blas Infante, nuestro Padre de la Patria, y gritando, otra vez, ¡Viva Andalucía Libre!
Ángel Ortega Fernández. Vocal de la Comisión Ejecutiva nacional del Partido Andalucista
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