Las fronteras: sinónimo de violencia
El debate sobre derechos humanos e inmigración en la Uned lanza un alegato mundial por la defensa de la dignidad de las personas que buscan, básicamente, sobrevivir
El intenso debate que se está generando en la XII edición de las Jornadas sobre Derechos Humanos e Inmigración, que hasta este viernes se celebra en la sede del centro Asociado de la Uned en Motril, se encaminó en su segundo día hacia el compromiso firme y unánime de todos los colectivos implicados para que “el espíritu de Motril” no sea simplemente una declaración final, sino una verdadera llamada a la revolución de la conciencia de la población, a fin de que esta de un giro de 180º en su percepción de la realidad migratoria... una realidad mundial que en la zona sur de España se está viviendo en primera línea y que los recientes acontecimientos de Ceuta y Melilla han generado una importante contestación de amplios sectores de la sociedad del país.
Si ir más lejos, en la jornada de este jueves se dejaron sentir testimonios fuertes, comprometidos y sumamente reveladores. De hecho, la periodista e investigadora especialista en migraciones y trata de seres humanos, Helena Maleno, advirtió -en torno a estos hechos- que se ha pasado del discurso del problema al discurso del conflicto y declaró, en este sentido, que “en la frontera sur hay una guerra y se responde con argumentos militares”, en referencia clara a los sucesos acaecidos en la frontera de las ciudades autónomas con Marruecos. Para Maleno, es inadmisible que se pida a la UE ayuda económica para blindar más las fronteras y se trate a los migrantes como enemigos... “nos los están pintando como gente agresiva y eso no es verdad”.
La investigadora expuso un mensaje contundente al afirmar que se están vulnerando derechos fundamentales de estas personas, debido a que principalmente se están priorizando los acuerdos bilaterales España-Marruecos sobre la propia Convención de Ginebra. Junto a ello, el dato de la vergüenza: “El migrante que antes nos servía para trabajar en El Ejido, ahora no nos interesa. Por contra, sí interesa las mujeres para el mercado sexual, ese producto sí entra”.
Por su parte, la trabajadora social Fuensanta Pérez Alvarez, esas fronteras -e hizo especial hincapié en el caso español- “son sinónimo de violencia”, expresando su “rabia, vergüenza e indignación” en relación a lo que está sucediendo.
Y es que la palabra, el concepto y la realidad de frontera fue una constante doliente en el transcurso de la jornada del miércoles. José Palazón, miembro de la Asociación Pro Derechos de la Infancia de Melilla dejó atónito al auditorio con su relato de lo que en estos días se vive en el perímetro de la ciudad autónoma. “La frontera es la peor zona del camino para aquellos que lo único que quieren es sobrevivir”. Palazón aseguró que los asaltos masivos bien podían “estar siendo provocados porque estos asaltos hacen falta para alcanzar y justificar decisiones”, un pronunciamiento duro que fue avalado por el reconocimiento del público asistente.
Es más, para la jefa del área de migraciones e igualdad de trato del Defensor del Pueblo, Elena Arce, “lo que está sucediendo en Melilla es irregular pues, además, se está devolviendo a las personas sin procedimiento”.
Excluidos
A lo largo de las diferentes ponencias, se está evidenciando un espíritu crítico y consternado ante lo que está ocurriendo en muchos puntos del planeta, dejando en la cuneta millones de excluidos y poniendo en jaque-mate al concepto de “Justicia Universal”, defendido ayer con firmeza por el director de las jornadas, Luis Carlos Nieto; para este magistrado, “los derechos no son solo regulación legal, sino que su código genético está compuesto por valores y estos están por encima de los poderes”, decía. Nieto tuvo la oportunidad de presentar a la abogada salvadoreña Mirna Perla, secretaria ejecutiva de la Comisión de la Verdad de Honduras y gran defensora del principio de “Justicia Universal”. Para Mirna Perla, El Salvador es un claro ejemplo de este atentado contra la esencia de la dignidad humana “donde una oligarquía se ha apropiado históricamente de los recursos y ha excluido a la gran mayoría”. De los seis millones de salvadoreños, la mitad viven fuera de su país. Un drama incuestionable.
En el transcurso de la jornada de este jueves, el magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, Jesús Rentero, envió este mensaje a la conciencia de la sociedad española: “la riqueza la generan las personas y España se ha enriquecido del tránsito de personas extranjeras. No hay que olvidar que muchos se han aprovechado de esto”.
La sesión de concluyó con la intervención de Tirza Flores Lanza, abogada hondureña y asesora de la Fundación para la Justicia y el Estado Democrático de Derecho, quien puso sobre la mesa el derecho a la verdad y el acceso a la justicia para las y los migrantes centroamericanos y sus familiares.
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