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LA COLUMNA A LA IZQUIERDA por Francisco Pérez Terrón

LA COLUMNA A LA IZQUIERDA  por Francisco Pérez Terrón

La protección 

Hay que ver los ríos de tinta y las horas de sesudas reuniones que está ocasionando la protección del rey. Para que luego digan que todos somos iguales ante las leyes. ¿Que le pasa a ese señor tan respetable que hay que protegerlo?  Y sobre todo, en nombre de la igualdad democrática, ¿por qué no me protegen también a mí? Seria estupendo hacer alguna fechoría y seguir tan campante porque estoy protegido. ¡Como me gustaría! 

Pero qué le vamos a hacer. Hay monarcas y hay motrileños, que no es lo mismo. En nuestro pueblo le exigen a uno pagar por todo lo que necesita y, a veces, por cosas que uno no necesita, como las arbitrarias multas atrasadas.

Verdaderamente, sería estupendo estar protegido. 

El Rey Juan Carlos  es ya bastante mayor y quizás necesita alguna protección, pero yo soy bastante  mayor que él y nadie se reúne para ver como me protegen. Lo que son las injusticias de la vida. Rajoy que está tan preocupado por legislar cómo se preteje al Rey, no ha tenido el detalle de regalarme un bastón. La verdad es que no lo necesito y espero no necesitarlo en bastante tiempo; pero me podía proteger, para que pudiera cumplir mi deseo de hacer fechorías, y luego irme de copas con los amigos.  sin preocuparme, porque estoy protegido. 

Bueno, ya estoy oyendo los gritos de los “enteraos” que me dicen que no es eso. De acuerdo que no es eso. Pero ¿Por qué le llaman proteger? Algo tendrá de protección cuando tantos políticos se sienten tan a gusto con ser aforados; y de hecho cuantos políticos hacen fechorías y hay que ver el trabajo que cuesta enchiquerarlos. Aunque salgan los mansos a la arena, se niegan a seguirles; aunque los mayorales intenten acosarlos con la garrocha siempre encuentran la manera de escabullirse. Pueden hacerlo porque son aforados; es decir, protegidos. Y si en algún caso la cosa se pone fea, para eso han inventado los indultos, que se prodigan sin ningún pudor. 

Que pena que yo no sea protegido, porque ya verían las fechorías que me inventaba, tan ricamente. Si alguien quiere darme consejos para lograr que el Sr. Rajoy me incluya en esa protección que quieren dar a Don Juan Carlos, le explicaré lo fácil que es encontrarme. No tiene más que llegar a Motril y tirar a la izquierda.

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