Blogia
Motril@Digital

Ron Montero asegura que la bodega cumple con todas las medidas de seguridad

La dirección de la bodega Ron Montero de Motril donde el pasado miércoles se produjo una explosión, con el resultado de un muerto y dos trabajadores heridos de gravedad, asegura que las instalaciones cumplen con todas las medidas de seguridad y que, a falta de que se conozcan las causas, aún no se explican lo ocurrido.

Andrea Martín, directora de Ron Montero, ha señalado que cuando en 2007 compraron a un tío abuelo suyo la bodega, que el año pasado cumplió 50 años de existencia, modernizaron las instalaciones, que cuentan con maquinaria "preparada" para trabajar en el entorno propio de una fábrica de estas características.

"Cumplimos con todas las medidas de seguridad, desde la formación en riesgos laborales a los equipos y vestimentas. Siempre hemos tomado las precauciones máximas", ha indicado la directora de la bodega, que cuenta con cinco empleados, tres de los cuales fueron los afectados con quemaduras graves debido a la explosión, de los cuales uno de ellos falleció sobre las 5 de la madrugada de hoy viernes.

Según dice, en el momento en el que se produjo la deflagración los empleados estaban realizando una labor "de lo más rutinaria y sin riesgo alguno" denominada "trasiego", que consiste en pasar el alcohol de un tanque a otro.

"En la zona hay un ambiente de alcohol, y cuando hay una chispa hay riesgo de que pase lo que ha pasado, pero no entendemos de dónde ha podido salir la chispa, porque toda nuestra maquinaria está preparada para ello", ha incidido.

Aunque la Policía Científica investiga aún las causas que pudieron originar la explosión, los bomberos ya apuntaron a la posibilidad de que la primera deflagración -llegaron a registrarse tres- se produjera como consecuencia de una acumulación de gases en la salida de uno de los depósitos de alcohol a raíz de que saltara alguna chispa de origen desconocido.

En la bodega siniestrada no se destila el alcohol -esto se hace en destilerías que la empresa tiene en Lobres y Salobreña-, por lo que allí no se trabaja con temperaturas elevadas, que es lo que genera un mayor riesgo, según la directora.

La labor allí consiste en meter el alcohol en los tanques, de ahí a las barricas para volver a pasarlo a los tanques de mezcla y finalmente se embotella.

Los tres trabajadores afectados, dos de ellos son los que realizan habitualmente el trasiego y embotellado y el tercero es el administrativo. Miguel García Rodríguez falleció esta mañana en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla. Los otros dos permanecen igualmente en este centro hospitalario de la capital hispalense.

En cuanto a los daños materiales, según la directora no parecen ser cuantiosos porque ni la barrica ni el almacén se han visto afectados dado que el fuego no se expandió, aunque los techos se han caído.

0 comentarios